miércoles, 28 de julio de 2021

Camino de Santiago 2021 (Santiago de Compostela - Finisterre)

Llevábamos tiempo pensando en realizar (otra vez) el Camino de Santiago. Hace un par de años Paula realizó un tramo del Camino del Norte (por aquí nos lo contó) con sus compañeros de colegio y desde entonces veníamos dando vueltas a la idea. De hecho el año pasado comenzamos a prepararlo con un grupo de amigos. Tengo que reconocer que yo inicialmente no lo veía demasiado claro, pero al final poco a poco me fui convenciendo y empezamos a organizarlo. No hace falta decir que al final hubo que desistir (temporalmente) de llevar adelante la idea por motivos más que evidentes, pero... ¿lo haremos el año que viene?

Aprovechando unos pocos días libres decidimos que puesto que tanto Paula, como Gema Paula y yo mismo ya habíamos hecho el camino en alguna ocasión podía estar bien hacer el otro camino, el único que no tiene como destino Santiago de Compostela, sino que tiene allí su origen, el camino que va desde Santiago hasta Finisterre. Dicho y hecho, tampoco era necesario mucho más, estamos bastante acostumbrados a andar, no es extraño que cualquier sábado y domingo hagamos 20 o 25 kilómetros cada día así que la distancia de las etapas no sería un problema. 

Así pues 28 años después del primer camino, 22 desde el último, con otro más por medio, y este año volvíamos a coger la mochila y empezar a caminar. ¡Ultreia! y ¡buen camino!


Etapa 1. Santiago de Compostela- Negreira

89.586 km a Fisterra
Salimos temprano desde el Seminario Menor de Santiago, a eso de las 7,40. El suelo está húmedo, hay algo de neblina y nos acompaña el sirimiri típico de estas zonas aunque antes de llegar a la Plaza del Obradoiro, frente a la catedral, lugar de partida de nuestro camino desaparece la lluvia. Comienza el segundo camino para Paula, el cuarto para Gema Paula y para mí. 

Llenamos las botellas en la fuente que hay en la plaza y comenzamos a caminar por la típica Rua das Hortas mientras vamos dejando detrás, poco a poco, la catedral de Santiago.
Primer hito en el camino, ya "sólo" quedan por delante 89,586 km para llegar a Finisterre




Río Tambre en Ponte Maceira
Apenas se dejan atrás las últimas viviendas en Santiago se entra en el ambiente rural típico gallego, con bosques de robles y eucaliptus. 

En el concello de Ames toca un tramo de carretera, siempre más desagradable y antipático para los peregrinos que los caminos entre los árboles. A mitad de etapa, cuando los pies ya llevan 12 kilómetros, comienza la subida (dura) hasta el Alto do Mar do Ovellas y desde allí un descenso suave nos llevará hasta el río Tambre y Ponte Maceira, ya a menos de 5 kilómetros que además son prácticamente llanos hasta nuestro destino en Negreira

Al entrar en Negreira aparecen varios albergues privados, el albergue público se encuentra una vez pasada la población, después de la capilla de San Mauro y el pazo de Cotón, unos ciento cincuenta metros fuera del camino, aunque con indicaciones suficientes para llegar a él sin problemas.


Etapa 2. Negreira - Olveiroa

Maizales camino de Maroñas
Son más kilómetros los que tenemos hoy por delante y por eso decidimos adelantar algo la hora de la salida. Aún es de noche pero ya están a punto de verse las primeras luces del alba. La salida desde Negreira se hace por Negreiroa, lo que fue el núcleo original de la actual Negreira. 

Una salida bonita, directamente se entra en el bosque con una pendiente siempre ascendente aunque relativamente suave hasta llegar al Alto da Cruz. Todo el primer tercio de esta etapa se hace cuesta arriba hasta llegar a A Pena. Es posible que no hubiera sido mala idea alargar hasta aquí la primera etapa en la que uno siempre va más fresco y descansado. En A Pena encontramos un bar con su albergue y justo después la casa rectoral (otro albergue) con muy buena pinta al menos exteriormente. 

La continuación del camino siempre entre prados con un ambiente típicamente rural. Aproximadamente en el kilómetro 12 de esta etapa empieza a cambiar el paisaje, algunas vacas y bastantes cultivos de maíz.

Llegada a Maroñas, y hacemos un pequeño alto en el camino para reponer fuerzas. En la panadería, junto a la carretera, venden unas estupendas empanadas de zamburiñas hechas con masa de maíz que merece la pena probar. Con otro ánimo retomamos el caminar, de nuevo con un camino que pica hacia arriba. Llegamos al monte Aro, desde donde podemos observar las impresionantes vistas hacia el embalse da FervenzaSiguiendo las pistas, siempre perfectamente señalizadas, se llega a Lago donde algunos peregrinos deciden hacer noche para recortar algo la etapa, pero nosotros decidimos continuar camino hasta llegar a Mallón donde cruzamos un puente sobre el río Xallas sin prácticamente arcén y con tráfico de vehículos por lo que desistimos de hacer fotografía del lugar. 

Al otro lado del puente, ya en el concejo de Dumbría, nos encontramos con Ponte Olveira, queda por delante algo menos de media hora de camino prácticamente todos ellos por carretera para llegar rápidamente a Olveiroa, un pequeño pueblecito con menos de doscientos habitantes y del que se dice que es el que más hórreos tiene por habitante en Galicia. A la entrada hay varios albergues privados, en el centro de la población se encuentra el albergue público, distribuido en varios edificios, pero cerrado este año a causa del Covid-19. No podemos dejar de recomendar una visita a As Pias, un restaurante/pensión rústica en el que uno puede recuperar fuerzas en un entorno muy agradable a unos precios muy asequibles teniendo en cuenta la calidad de la comida. 


Etapa 3. Olveiroa - Fisterra


Última etapa antes de llegar al fin de la tierra. Bastantes peregrinos la dividen en dos, haciendo parada por ejemplo en Cee, pero nosotros decidimos hacerla de una tirada.


Río Xallas
Salida de nuevo por el bosque, con espectaculares vistas del río Xallas de discurre muy abajo encajonado por la vegetación, con saltos de agua que se oyen en el silencio del camino. Tras una suave subida se llega a la aldea de Hospital, pocos metros después un bar con albergue indica que es el último punto de avituallamiento hasta Cee por lo que es recomendable llevar agua en la cantimplora por si acaso. Unos metros después se llega a la rotonda en la que se bifurcan los caminos hacia Fisterra y hacia Muxia. En nuestro caso tomamos el camino de la izquierda dirección Fisterra y pasada una fabrica salimos de la carretera hacia la derecha por una buena pista por un terreno abierto con pinos, eucaliptos... 

Ría de Corcubión desde Cee

El día estaba neblinoso y quizá por ello fuimos capaces de divisar el faro de Finisterre luciendo a lo lejos. Comienza un suave descenso hacia la ermita de Nuestra Señora de las Nieves donde hay un pequeño merendero en el que se puede aprovechar para hacer un pequeño descanso. Sigue el camino por cómodas pistas y pronto encontramos un buen número de peregrinos que vienen desde Cee caminando en sentido contrario. Prolongado y empinado descenso hacia Cee que nos deja ver la ría de Corcubión.

Atravesamos Cee, el municipio más grande de la costa da Morte. Una vuelta por la ciudad, que siempre se hace pesada para los peregrinos, y en breve estamos en Corcubión, desde donde tras un ascenso duro nos ponemos en poco tiempo en Vilar

Vista de Fisterra
Viene ahora un tramo agradable, de nuevo por terreno boscoso hasta llegar a un mirador sobre Fisterra desde el que se contempla la playa, el cabo... el final del camino. Aún tenemos por delante un fuerte descenso hasta llegar a la playa de Langosteira. Toca buscar alojamiento. Después un baño en las frías aguas del Atlántico para las valientes que me acompañan.
Atardecer en Finisterre




Y por la tarde, después de un pequeño descanso subida hasta el faro, el fin de la Tierra. Mojón que señaliza el kilómetro cero. Final del camino. O principio, que eso nunca se sabe. Al llegar arriba se abren las nubes y vemos como poco a poco el sol va escondiéndose hacia poniente, mientras a lo lejos se ven relámpagos, se oyen truenos, y minutos comienza la tormenta. ¿Nos íbamos a ir de Galicia sin mojarnos?... 

Suele decirse que cuando uno va preparado al camino, el Camino se disfruta, cuando no va preparado, el Camino se sufre. Nosotros, lo hemos disfrutado. 

martes, 6 de julio de 2021

[Libros] Lo que la marea esconde, María Oruña


Lo que la marea esconde
me ha servido para reconciliarme con María Oruña. Tengo que reconocer, ya lo dije por aquí, que El bosque de los cuatro vientos me había decepcionado y la última de esta misma saga me pareció un pelín forzada, así que me alegro de haberme vuelto a encontrar con la teniente Valentina Redondo y su equipo en una investigación al uso. 

Una novela que también es un homenaje a los crímenes de "habitación cerrada", ¿Quién puede ser el asesino cuando la habitación estaba cerrada por dentro y no hay manera de entrar y salir de ella? 

Esta es ya la cuarta novela con la teniente Redondo como protagonista y en todas ellas además de la investigación policial siempre hay una historia humana cerca. Nos encontramos con una Valentina y un Oliver que no pasan por sus mejores momentos, más bien todo lo contrario, a lo largo de la historia conoceremos los motivos e incluso podremos entender a una o al otro. Puede que algún lector haya echado de menos saber por qué se llegó a esta situación con algo más de claridad, pero en cualquier caso no deja de ser una herramienta que utiliza la autora para tejer toda la trama.

Si algo se puede achacar a las novelas de Oruña, creo que a todas, es que en ocasiones les falta algo de acción, pero en este caso si que consiguió atrapar mi atención, dejando patente una una cierta tensión para saber cómo se solventaría lo que a todas luces era un embrollo difícil de resolver. 

Título: Lo que la marea esconde
Autor: María Oruña
Editorial: Destino
ISBN: 9788423359967
Fecha de publicación: Junio 2021
Número de páginas: 416
Sinopsis: La presidenta del Real Club de Tenis de Santander, una de las mujeres más poderosas de la ciudad, ha aparecido muerta en el camarote de una preciosa goleta que con unos pocos y selectos invitados surcaba las aguas de la bahía al anochecer.
El crimen recuerda a las novelas de la «habitación cerrada» de principios del siglo pasado: el compartimento estaba cerrado por dentro, tanto la extraña herida que presenta el cuerpo de la empresaria como el misterioso método utilizado para perpetrar el asesinato resultan inexplicables y todos los invitados a la fiesta parecen tener motivos para haber acabado con su vida. Nadie puede haber salido o entrado de la nave para cometer el crimen o escapar. ¿Quién ha matado a Judith Pombo? ¿Cómo? ¿Y por qué?
La novela más ambiciosa de María Oruña, un thriller adictivo y elegante en el que descubriremos una nueva faceta de la vida de Valentina Redondo, quien además de enfrentarse al caso más enigmático de su carrera deberá luchar contra un sorprendente e inesperado golpe en su vida personal.