14 de abril, mañana de Jueves Santo, Azuda de la Montaña. Se ve que una panda de desgraciados (personas que carecen de gracia o atractivo) han estado de fiesta y han dejado allí los restos para que otros los recojan.
Días festivos, así que uno supone que los servicios de limpieza del ayuntamiento tardarán unos días en recogerlo, aunque a lo mejor hay suerte y suena la flauta.
17 de abril, Domingo de Resurrección, Azuda de la Montaña. Pues se ve han sido días de fiesta y los servicios de limpieza no han pasado por aquí. Seguro que el lunes está todo recogido, o no.
Sábado, 23 de abril. diez días desde que aparecieron los restos de la fiesta de la panda de desgraciados, y se ve que los servicios de limpieza siguen sin pasar por aquí. Nada extraño ni sorprendente por otra parte en un lugar como Aranjuez.
Hace relativamente poco se celebraba en Aranjuez el debate sobre el estado del municipio, los unos diciendo que todo va bien y está mejor que antes, y los otros diciendo que todo va mal y está peor. Lo de siempre, vamos. Y lo cierto es que todo está igual, igual de mal que cuando estaban los otros, igual de mal que cuando estaban los otros de los otros. Seguramente el problema no es tan tanto quién está como la inutilidad y la ineficacia de los que estuvieron, de los que están, y mucho me temo, los que estarán.
Si algo caracteriza a los gobernantes que tuvimos y que tenemos, a los de un lado y a los del otro, es que son exactamente iguales. Iguales de ineficaces. Iguales de incapaces. Iguales de inútiles. Iguales de improductivos (excepto para su bolsillo). Iguales de ineptos. Es lo que tenemos, pero no lo que nos merecemos.
