miércoles, 20 de octubre de 2021

Estudios, entrenamientos, responsabilidades...


Si a cualquiera de nosotros, ya seamos padres, entrenadores... nos preguntan: ¿qué es lo más importante para nuestros hijos? Sin duda alguna la inmensa mayoría diríamos, sin temor a equivocarnos, que los estudios. Y es verdad, partimos de esa premisa, en estas edades de formación lo más importante para ellos son los estudios. Lo dice alguien que se dedica a la enseñanza y lo ve día tras día. 

Dicho esto creo que nunca, o prácticamente nunca,  se debería utilizar como excusa el “no puedo ir a entrenar porque mañana tengo examen” o “no puedo entrenar porque tengo que estudiar mucho”. Y esto sucede día tras día en un buen número de equipos, y los padres lo consentimos y lo permitimos…, y nos estamos equivocando. 

Decía más arriba que los estudios son lo más importante, pues que no se quede en palabras, vamos a demostrarlo. Cuando un chaval semana tras semana pone como excusa para no ir a entrenar que tiene muchos deberes, que tiene que estudiar mucho, que… lo que tiene ese chaval es un problema de organización del tiempo, y eso es lo que habrá que solucionar. Hoy en día además hay unos chivatos que nos dan pelos y señales, no voy a entrenar que tengo que estudiar pero en las stories del Insta bien que salgo haciendo el moñas con mis amigos, o me voy de fiesta a pasarlo bien aunque he dicho que me encontraba mal, o me paso la mitad del entrenamiento preguntando la hora porque he quedado con los amigos después. Y es que, al final,  todo se sabe. 

Cuando además hablamos de deportes de equipo estas excusas (malas) me parecen también una enorme falta de respeto. Es una falta de respeto a los compañeros que van a entrenar, seguro que la mayoría de ellos tienen los mismos deberes, los mismos exámenes y el mismo trabajo que hacer, pero no fallan, allí están, cumpliendo con aquello a lo que se comprometieron. Es una falta de respeto también a los entrenadores que en la mayoría de los casos de forma totalmente altruista dedican su tiempo, su trabajo y su esfuerzo a preparar unos entrenamientos que luego no se pueden llevar a cabo porque sólo aparecen cuatro gatos. Es una falta de respeto, y los padres la consentimos y la permitimos…, y nos estamos equivocando. 

Luego, cuando el sábado o el domingo llegue la hora del partido esos jugadores que durante la semana no pudieron (o no quisieron) ir todos los días a entrenar porque tenían que estudiar se enfadarán porque a lo mejor les toca ser suplentes, o juegan menos que otros (aunque ellos piensen que son los mejores), o a lo peor pensarán que es una falta de respeto hacia ellos cuando el entrenador se enfade porque las cosas que se prepararon durante la semana no salen como estaban previstas.  ¿Verdad que sí?

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