El valor de lo que realmente importa

Después de muchísimo tiempo sin escribir nada en el blog, hoy vuelvo para hablar de rugby.

Llegué al rugby hace cuatro años, cuando lo descubrí de la mano del que ahora es mi club. Fue descubrirlo y engancharme. Empecé jugando en la escuela, pasé al senior y ahora estoy disfrutando con los chicos de la categoría del rugby inclusivo. 

En un tiempo en el que todas las noticias que pueden llegar a la gente sobre el rugby son negativas, por ejemplo que España está fuera de la Copa del Mundo por la falsificación de documentos, yo quiero hablar de todo lo bueno que tiene y que lo diferencia del resto de deportes. 

Selección de Castilla La-Mancha en Cullera

Este fin de semana Cullera acogía el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas (CESA) de 7's Inclusivo, para quien no conozca nada de este deporte esto le sonará a chino, pero básicamente es una  modalidad del deporte oval en la que se juega siete contra siete y en la que participan jugadores con y sin discapacidad. 

Castilla La-Mancha llegaba al campeonato sin entrenar demasiado la modalidad olímpica pero dispuestos a dejarlo todo en el campo. De la competición podremos comentar muchas cosas negativas: que nuestra estrategia quizá no fue la mejor, que el arbitraje no fue el más riguroso, que las decisiones finales fueron más o menos acertadas o más o menos justas... Temas que dan para hablar largo y tendido,  pero siempre tenemos la opción de quedarnos con las positivas: todo lo que aprendimos en el campo, lo que nos llevamos como equipo, las experiencias vividas, que por encima de todo al arbitro se le llama "señor" o "señora" y que el capitán es el único que se dirige a él, el respeto que reina en el campo y fuera de él o que no siempre las cosas salen como queremos pero no por ello debemos estar menos orgullosos. 

Sin duda, por encima de todo quiero quedarme con lo bien que lo pasamos y todo lo que disfrutamos, porque el resultado no deja de ser un número. Jamás he visto en ninguno de los deportes que he probado algo como lo que viví el sábado. En ningún deporte había encontrado a un grupo de gente que acaba de perder un partido en el que luchaba por una medalla animando a otro equipo de gente a la que no conoce de nada, a esos mismos jugadores que pierden en una final agradeciendo a los que les animaban, cantando y saltando juntos. Demostrando que el compañerismo y los valores que nos enseñan cada día en el club están por encima de tantas cosas. Esto es con lo que me quedo este fin de semana, en el que aprendí mucho de rugby pero también viví lo que realmente son los valores dele este deporte.