Ya no hay rata. Poco después de publicar las imágenes en el blog la rata desaparecía. Bendita casualidad. Aunque casualidad no es lo mismo que causalidad, nunca podremos saber a qué se debió esa eficiencia.
Lo comentaba ayer, y por redes sociales así me lo corroboraban, basta que el Heraldo publique la denuncia de un ciudadano para que se tomen medidas desde donde corresponda, basta que SalvemosAranjuez publique algo en X para que en breve haya una solución. Ojalá no fuera necesario, pero mientras tanto, y antes de conformarnos con el simple pataleo, siempre nos queda la opción de alzar la voz y esperar que alguien nos escuche.
Gracias en cualquier caso a aquellos que se han ocupado o han puesto de su parte para solucionar, por fin, el problema.
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