Lo primero de todo comenzar agradeciendo a Javi de Ríos y a la editorial 2709 el envío de este ejemplar de El caimán de Kaduna, una historia de Francisco Zamora Loboch que utilizando el fútbol como eje principal nos descubre otras realidades mucho menos agradables.
Título: El caimán de Kaduna.
Autor: Francisco Zamora Loboch.
ISBN: 978-84-941711-3-0
Editorial: 2709 books.
Fecha de publicación:27 Septiembre 2014.
Sinopsis: Nunca, jamás, he visto un caimán, y tampoco nací en Kaduna, pero aquí todo el mundo me conoce como el Caimán de Kaduna. Eso sí, en la pared, junto al póster de Naomi Campbell, tengo pegado otro de Iker, y desde que empecé a jugar de guardameta siempre he querido parecerme en cuerpo y alma al mejor portero del mundo.
Un joven africano, que llega a España con el sueño de convertirse en jugador de un gran equipo de fútbol, termina en la cárcel por un asunto de drogas. Desde allí, entre partidos para matar el tedio y el peculiar encargo de escribir una biografía de su ídolo, Iker Casillas, narra su viaje, sus ilusiones y sus decepciones.
Una historia de fútbol y literatura, mezcla de ficción y realidad, que homenajea a grandes futbolistas mientras mete el dedo en la llaga de la emigración, el racismo y las mafias organizadas alrededor de algunos jugadores africanos.
Opinión personal: Me ha gustado mucho el planteamiento de la historia que nos trae el negro Zamora. Original, divertida, amena, curiosa..., y dura. Una historia que mezclando realidad y ficción y utilizando el lenguaje universal del fútbol no deja de ser una implacable crítica al mundo del fútbol profesional, con sus negocios y sus tejemanejes unas más ocultos y otros menos, pero siempre presentes.
No, no es una historia escrita por un madridista acérrimo sobre Iker Casillas. El caimán de Kaduna es bastante más que eso. Las anécdotas sobre el portero sirven para hacernos ver que ese fútbol del que se habla en los medios está muy alejado de la realidad, del que cada fin de semana se da en pequeños campos de tierra, ya los menos, o en otros de hierba artificial, con auténticos hooligans disfrazados de padres que no dudan en mentar -y nunca para bien- a la santa madre del pobre árbitro. Niños que ya tienen su representante por si acaso, padres y madres que entienden mejor que nadie de tácticas y planteamientos y que se olvidan de que sus pequeños solo juegan para divertirse y pasarlo bien.
Pero la historia también habla de la cárcel, de lo duro que es vivir allí, de lo que hay que hacer para entretenerse y así con ese equipo de fútbol de presos formado por diversa escoria el autor sigue haciendo un homenaje a leyendas del fútbol, Hachehache y sus peculiares métodos de entrenamiento, el buitre... e incluso nos pone al protagonista, un negro muy negro, a trabajar de negro, escribiendo una biografía de Iker Casillas, porque en esa cárcel no falta de nada y a buen seguro alguien, fuera, se terminará enriqueciendo poniendo su firma a un libro que se venderá gracias a su fama.
Tampoco quiero dejar de señalar la crítica feroz, a través del mundo del fútbol, pero extensible a cualquier otro campo, de la situación en África, de como se traen inmigrantes de usar y tirar, y es que si al final no sirven para el propósito inicial (conseguir dinero con algún buen contrato) se les abandonará sin echar la vista atrás.
Una fábula demasiado real. Muy recomendable para los amantes del fútbol, pero también para los que quieren ver la otra cara, la real, la de verdad...