Mi amigo Antonio me habló de este libro al poco de salir publicado, lo había comprado para su Kindle después de haber escuchado una entrevista con la autora en la radio. Me dijo que le había llamado la atención porque le había parecido muy fresca y por se había ido directamente a comprarlo. Ahí ya me lo dejé apuntado en el radar hasta que un tiempo después, a través de Paula, escuché que en el libro aparecía Aranjuez...
Hay otros géneros literarios que me gustan más, no lo voy a negar, pero tengo que decir que he leído Feria con gusto. Conocer de cerca muchos de los escenarios que aparecen en la historia hace que uno se sienta más identificado con lo que está leyendo. La piscina de El Muerto, Don Pimpón Chollo, el colegio...Simón siente lo que cuenta porque lo ha vivido, no hay florituras ni excesos, es un libro llano que mezcla la autobiografía con las reflexiones (sus reflexiones) desde lo más sencillo. Llevándonos desde el pasado al presente y viceversa, de la vida precaria actual a la vida alegre y sencilla del pasado. Un libro que cuestiona el estilo de vida que tenemos porque alguien nos lo ha vendido así, y lo hemos comprado, y así nos lo hemos ido construyendo (o destruyendo) nosotros solos.
Feria es políticamente incorrecto porque cuenta una realidad, la realidad que ve la autora, una realidad que puede ser distinta a la que vemos cada uno, pero es su realidad, y a muchos no les gustará porque no es la realidad que nos quieren hacer ver, no se trata de pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, simplemente hay que pensar que fue distinto. Dice la autora que hay un "empeño nuestro por desnaturalizar todo a fuerza de explicitar todo" y pone como ejemplo la iniciativa de una asociación feminista que salía al fresco después de cenar, vamos lo que se ha hecho toda la vida de Dios en cualquier lugar de España, pero claro lo llamaban "tejer redes de cuidados femeninos", las cosas modernas, vaya, supongo que con el fin de empoderarse y aumentar la resilencia y esas zarandajas que ahora nos cuentan a todas horas.
La autora presume de raíces, presume de orígenes humildes, y hace bien. Pero también es posible que esa imagen idílica que nos presenta del mundo rural, del campo, les chirríe a aquellos que lo ven como una maldición, una maldición de la que no pudieron escapar por la razón que sea. Estoy convencido de que más de uno pensará que Feria no es más que un libro de autoayuda y puede que tenga su parte de razón, al final el libro no deja de ser lo que uno quiere que sea.
Tengo mucha curiosidad por leer el próximo libro de Ana Iris Simón y ver por dónde nos sale. ¿Seguirá con esa prosa desaliñada e incluso frívola o se irá a los cánones establecidos perdiendo parte de su esencia? Feria ha sido un éxito en toda regla y hay que felicitar por ello a la autora que, con enorme sencillez, ha sabido llegar y cautivar a sus lectores.
Título: Feria
Autora: Ana Iris Simón
ISBN: 9788412226737
Editorial: Círculo de Tiza
Número de páginas: 232
Fecha de publicación: Octubre 2020
Sinopsis: Feria es una oda salvaje a una España que ya no existe, que ya no es.
La que cabía en la foto que llevaba su abuelo en la cartera con un
gitano a un lado y al otro un Guardia Civil. Un relato deslenguado y
directo de un tiempo no tan lejano en el que importaba más que los
niños disfrutaran tirando petardos que el susto que se llevasen los
perros. También es una advertencia de que la infancia rural, además de
respirar aire puro, es conocer la ubicación del puticlub y reírse con
el tonto del pueblo. Un repaso a las grietas de la modernidad en los
ojos de quien no se traga el cuento de la lumpen-burguesía adorando a
Camela y el reguetón, y poniéndose uñas encima de uñas. Pero, sobre
todo, Feria es una invitación a volver a mirar lo sagrado del mundo: la
tradición, la estirpe, el habla, el territorio. Y a no olvidar que lo
único que nos sostiene es, al fin, la memoria.