Este domingo pasado, organizado por Ecologistas en Acción, había programado un paseo en bicicleta (también hubo participantes que realizaron el recorrido a pie) por los sotos históricos por las zonas de Legamarejo y Picotajo.
Me gustan estas iniciativas e intento participar cuando puedo en ellas, pero es que además en este caso se sumaba que los sotos, siendo una de mis zonas preferidas para caminar cuando hago marcha nórdica, son uno de los grandes desconocidos para los numerosos visitantes que vienen a Aranjuez, pero también para muchos ribereños. Así no es de extrañar que alguno de los participantes en la ruta comentó que siendo de Aranjuez no conocía la zona. Hablar de Aranjuez es hablar de su palacio, sus jardines y su concierto, y ahí se suele acabar todo. LPero los sotos son los grandes culpables de que Aranjuez sea Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad y pese a ello siguen siendo unos grandes desconocidos. ¿Cuánta gente sabe por ejemplo que tenemos más de 30 km de paseos arbolados en Aranjuez?
El paseo tenía la intención de mostrar cuál es la realidad de los sotos históricos, no la que nos cuentan y nos trasladan las instituciones, sino la de verdad, y creo que lo logró. El paseo, muy ameno, iba siendo ilustrado por Miguel Galarza, haciendo que los participantes nos fijáramos en las caceras (o más bien en la falta de ellas), en los árboles (o más bien en el estado de decrepitud en que se encuentran buena parte de ellos por la falta de un cuidado y un riego adecuados) y mostrando, en definitiva, esa ciudad creada y diseñada en medio de la naturaleza en el Real Sitio.
No se ahorraron críticas, justas y necesarias, para las instituciones que por desgracia hacen posible que los sotos estén como están y no como podrían estar, llámense Comunidad de Madrid a través del Imidra, Confederación Hidrográfica del Tajo, Ayuntamiento de Aranjuez, Adif, Patrimonio Nacional... Entre todos la mataron y ella sola se murió, que se suele decir.
No será el último paseo, el mes que viene toca la zona del Rebollo y si nada lo impide volveremos a disfrutar de Aranjuez y su paisaje.