Hace poco más de una semana desde la editorial Sinerrata me hacían llegar un ejemplar de la última novela que han publicado, El caso de la mano perdida, una investigación del sargento Carmelo Domínguez, escrito por Fernando Roye.
Creo que estamos en un momento dulce para la novela negra. Posiblemente sea uno de los géneros que más venda en la actualidad, y cada vez son más los autores que se suben al carro. Además la Guardia Civil tiene un protagonismo cada vez mayor en la literatura española, Lorenzo Silva ha conseguido llevar al estrellato a sus populares Bevilacqua y Chamorro de los que por aquí hemos hablado en más de una ocasión, Carlos Laredo, y su cabo Holmes tampoco queda a la zaga y ahora nos llega un sargento peculiar, Carmelo Domínguez.
Título: El caso de la mano perdida.
Autor: Fernando Roye.
ISBN: 9788415521136 ePub 9788415521143 mobi
Editorial: Sinerrata
Fecha de publicación: Noviembre 2014 .
Precio: 7,99€ en Lektu (formatos mobi y epub sin DRM)
Sinopsis: Allá por los años cincuenta del siglo pasado en el sur de España, en plena Sierra Morena, una mano seccionada es encontrada por una pareja de la Guardia Civil en el monte, cerca de la pequeña localidad de Santa Honorata. Se hará cargo de la investigación el peculiar jefe de puesto, el sargento Carmelo Domínguez, cuyos singulares métodos y extraordinaria suspicacia despiertan admiración, miedo y rechazo a partes iguales; Carmelo aborrece los problemas, y estos no han hecho más que empezar. Mientras todo el pueblo, incluyendo sus subordinados y los mandatarios locales, está centrado en la próxima visita del caudillo de España a este rincón de Sierra Morena, el sargento hechizado, como es conocido Carmelo en los alrededores, intentará solucionar un caso con raíces más antiguas y oscuras de lo que nadie, excepto quizás él, pudo prever.
El caso de la mano perdida es, entre otras cosas, el retrato de un pequeño pueblo de fines de la posguerra. Asomándonos a esta ventana descubriremos la vida de sus habitantes, los oficios que desempeñaban, sus sueños y también sus pesadillas. Y todo esto contado desde los raros ojos de un sargento de la Guardia Civil y con el telón de fondo de las ambiciones y los rencores de sus agentes, la abnegación de sus mujeres y la disciplina castrense de la casa-cuartel en la que malvivían.
Opinión personal: Me gusta la novela negra, disfruto con su lectura, y eso hace que en ocasiones ponga el listón demasiado alto a este tipo de lecturas. Decía más arriba que cada vez son más los autores que se suben al carro, posiblemente buscando el éxito rápido y sencillo, pero aunque pueda parecer lo contrario no creo que sea un género nada fácil.
Fernando Roye ha construido una historia sólida ambientada en la mitad del siglo pasado en la que nos encontramos con un protagonista peculiar y que además parece que nos va a acompañar en más historias, el sargento Carmelo Domínguez. El sargento tiene a su cargo el cuartel de un pequeño pueblo de Sierra Morena en el que viven otros guardias junto con sus familias y donde no siempre es fácil la convivencia.
Curioso el enfoque que da el autor a la historia y es que cuando las almas vivas del pueblo se están preocupando por la inminente visita del generalísimo invitado a una cacería el sargento Carmelo anda más preocupado en esclarecer otros asuntos más turbios que en organizar el dispositivo de seguridad. Y así con una mano envuelta en un pañuelo y que irá de un bolsillo a otro, de cajones a armarios, la historia tampoco está exenta de un cierto humor.
En aquella época no existen los medios de los CSI que vemos en televisión, pero la capacidad de observación del sargento no deja indiferente. Además sus refranes y sus comentarios no hacen más que aumentar los rumores sobre el sargento hechizado. Sin embargo no se trata de un héroe al uso, Carmelo Domínguez preferiría estar sin hacer nada, sentado en su despacho, masticando hinojo pero aún así consigue despertar nuestra simpatía.
Algo inherente a buena parte de las novelas de misterio es un ayudante que se precie y en este caso el papel recae en el agente Benito Viedma que si no me equivoco jugará un papel importante en futuras investigaciones. Mientras leía la historia, narrada en tercera persona, me quedó la sensación de que el autor, Fernando Roye, quería estar presente y lo hacía además a través de Benito.
Si hubiera de poner algún pero a la historia quizás señalaría que en algún momento el lenguaje utilizado me ha parecido más actual de lo que se supone sería a mediados del siglo pasado, pero en cualquier caso no es impedimento para disfrutar con la lectura de este libro.
Historia bastante entretenida y bien resuelta y que además cuenta con el aliciente de los best-seller al uso de conseguir mantener siempre nuestra atención e interés, dejando siempre el punto justo de intriga. Auguro la continuidad y el éxito de la saga con nuevos casos para el sargento Carmelo Domínguez.