El príncipe de la niebla es una de las lecturas que tiene Paula en el colegio este año. Un libro ya casi clásico en las lecturas de los primeros años de instituto del que, en general, todos los chavales a los que les toca leerlo suelen hablar bien. Entretenido, un poco triste pero muy bonito, todos coinciden en sus opiniones al respecto... De Ruiz Zafón me he leído su trilogía de la sombra del viento y aunque siempre había tenido ganas de leer este libro (su primera novela) por unas cosas o por otras nunca lo había llegado a hacer.
Título: El príncipe de la niebla.
Autor: Carlos Ruiz Zafón.
Editorial: Planeta.
ISBN: 9780061284380
Número de páginas: 230
Fecha de publicación: 1993
Sinopsis: El nuevo hogar de los Carver, que se han mudado a la costa huyendo de la ciudad y de la guerra, está rodeado de misterio.
Todavía se respira el espíritu de Jacob, el hijo de los antiguos propietarios, que murió ahogado. Las extrañas circunstancias de esa muerte sólo se empiezan a aclarar con la aparición de un diabólico personaje: el Príncipe de la Niebla, capaz de conceder cualquier deseo a una persona; eso sí, a un alto precio.
Opinión personal: Tengo unos sentimientos encontrados con Carlos Ruiz Zafón desde que leí La sombra del viento. Fue un libro que me gustó mucho pero cuando he leído los dos siguientes libros de su tetralogía (el cuarto de ellos se publicará en fechas próximas) me quedó la sensación de que el dicho ese de hacer de la necesidad virtud en Ruiz Zafón se daba la vuelta y se convertía en hacer de la virtud necesidad.
El príncipe de la niebla me ha gustado, es un libro de literatura juvenil que consigue mantener la intriga a lo largo de la historia, y el autor juega con notable éxito, como en sus otros libros, con el suspense y la melancolía. Ruiz Zafón deleita con descripciones algo tenebrosas y pasajes que llegan a ser incluso siniestros, a mí siempre me ha resultado agradable leer lo que sale de su pluma.
Esta historia me dejó con las sensación de que va de más a menos, un ambiente cargado de misterio que engancha al lector desde las primeras páginas pero cuando la las piezas van encajando y la narración continua avanzando poco a poco va bajando el ritmo e incluso da la sensación de llegar a un final un tanto precipitado.
Novela sencilla, prosa sencilla, historia bien elaborada pero contada de forma simple y dejando algún cabo suelto. Una historia que seguro gusta a chavales de 12-15 años pero que pueden leer también los adultos de una forma más que agradable.