Desde que hace algún tiempo descubrí a Murakami he sentido una especial atracción por sus libros. Tiene una forma peculiar de escribir donde ese estilo oriental en el que lo importante no son las prisas sino el sosiego, la calma y la tranquilidad. Tenía ganas de leerme su último libro y aunque evidentemente es pura esencia Murakami posiblemente es el menos Murakami de todos los que hasta ahora he leído del escritor japonés.
Título: Los años de peregrinación del chico sin color.
Título original: Shikisai wo Motanai Tazaki Tsukuru to, Kare no Junrei no Toshi.
Autor: Haruki Murakami
Traductor: Gabriel Álvarez Martínez.
ISBN: 9788483837443
Editorial: Tusquets Editores
Número de páginas: 320
Fecha de publicación: Octubre 2013
Precio: 18,95 euros (tapa blanda), 13,29 euros (formato digital kindle), 13,99 euros (formato epub).
Sinopsis: (Tomada de Amazon) Cuando Tsukuru Tazaki era adolescente, le gustaba sentarse en las estaciones a ver pasar los trenes. Ahora, con treinta y seis años, es un ingeniero que diseña y construye estaciones de tren, pero en el fondo no ha dejado de ver pasar los trenes. Lleva una vida holgada, tranquila, tal vez demasiado solitaria. Cuando conoce a Sara, algo se remueve en lo más profundo de su ser. Y revive, en particular, un episodio de su juventud: dieciséis años atrás, cuando iba a la universidad, el que había sido su grupo de amigos desde la adolescencia cortó, sin dar explicaciones, toda relación con él. Así empezó la peor época de su vida, hasta el punto de que acarició la idea del suicidio. ¿Ha acabado esa época? ¿Es posible que aquello le marcara más de lo que él cree? Tsukuru decide entonces ir en busca de cada uno de los miembros del grupo para averiguar la verdad. Con la pieza de Liszt titulada Los años de peregrinación como leit-motif, comenzará esa búsqueda, que le llevará a lugares tan dispares como la ciudad de Nagoya o Finlandia, o tan recónditos como algunos sentimientos. Decididamente, a Tsukuru le ha llegado la hora de subirse a un tren.
Murakami, uno de los escritores más grandes de la actualidad y posiblemente futuro ganador de un Nobel de Literatura ya que en los últimos años siempre aparece en las quinielas.
El escritor japonés tiene un lenguaje propio y un estilo muy personal. Conjuga además de forma maestra el simbolismo típico de los escritores orientales con un lenguaje pausado y sosegado en el que las descripciones se pueden ver y hasta oír. De hecho Murakami usa y abusa (en el buen sentido del término) de los verbos que tienen relación con los sentidos consiguiendo una cercanía con lo que se lee difícil de describir. La descripción de personajes y paisajes es realmente sublime y esto lo dice alguien que prefiere más la acción que la descripción, pero es imposible no reconocer en estos detalles cualquiera de los libros de Murakami.
Algo típico también en todas las obras de Murakami son esos momentos en los que se pasa de la realidad al mundo de los sueños, aunque como decía al principio, en este libro es algo menos frecuente y por eso comentaba lo de que Los años de peregrinación del chico sin color es el menos Murakami de los libros que he leído de este autor. En cualquier caso es llamativa la facilidad que tiene para pasar de lo tangible y real a una curiosa tierra de nadie donde la fantasía y lo irreal toman protagonismo.
En cuanto a la historia en sí, no hay nada en ella que no sepamos o que no hayamos leído antes, pero es que en Murakami lo importante no es tanto lo que se cuenta como el cómo se cuenta, donde nos encontramos con un auténtico genio.
Por cierto, supongo que más de un lector se verá obligado a escuchar durante la lectura de este libro Los años de peregrinaje de Franz Liszt y más en concreto "Le mal du pays" que suena durante toda la historia.