Los libros de Carlos Laredo con el cabo Holmes como protagonista se han convertido en algo tradicional ya en este blog. Están reseñados los tres anteriores (1, 2 y 3) y a los pocos días de haberse publicado el último de la saga dejo aquí su reseña, no sin antes agradecer a la editorial Sinerrata, a la que justo es reconocer que tengo un especial cariño, que me hiciera llegar un ejemplar.
Título: La línea divisoria.
Autor: Carlos Laredo.
ISBN: 9788415521273 ePub / 9788415521280 mobi / 9788415521297 IBD
Editorial: Sinerrata.
Fecha de publicación: Marzo 2016
Sinopsis: Un pescador acude al puesto de la Guardia de Civil de Corcubión afirmando haber visto cómo alguien había sido arrojado al mar desde un lujoso yate. Tras la aparición de un hombre ahogado en la misma zona, el cabo primero José Souto, conocido como el cabo Holmes por su afición a la novela negra y la minuciosidad de sus investigaciones, se encarga del caso, que tiene todo el aspecto de tratarse de un asesinato. No lo tendrá nada fácil, ya que el yate pertenece a un importante empresario gallego muy bien relacionado en las altas esferas y cuyos abogados y empleados no están precisamente dispuestos a colaborar. La aparición de Julio César Santos, el detective madrileño, que casualmente busca información sobre el mismo empresario, aporta a la investigación un toque extra de tensión y suspense, que llevará a los dos protagonistas hasta una resolución tan peligrosa como inesperada.
Opinión personal: Una nueva historia con el cabo Holmes como protagonista -¿para cuándo un ascenso?-, una nueva historia con unos viejos conocidos como protagonistas, Holmes (José Souto) y Julio César Santos, una nueva historia que transcurre en unos parajes que volvemos a disfrutar gracias a las minuciosas descripciones de Carlos Laredo, una nueva historia en la que hay un crimen extraño y que posiblemente habría quedado sin resolver si no estuviera por medio el minucioso cabo destinado en Corcubión, una nueva historia en la que la crítica social vuelve a aparecer y es que las corruptelas, los negocios sucios, los intereses económicos, el blanqueo están presentes como en toda la saga.
Uno de los aspectos que más me gustan del libro está en que el autor consigue que los protagonistas no juzguen lo que está sucediendo, lo que están investigando, simplemente cumplen con su trabajo. No es que estén por encima del bien y del mal, es que son protagonistas con los que los lectores nos podemos sentir representados, tan diferentes a los malos pero tan parecidos a los buenos, y en esto el cabo Holmes me recuerda en muchos momentos al guardia civil más conocido en la literatura española, el Bevilacqua de Lorenzo Silva, creo que con Chamorro harían un espectacular equipo, o quizás sea simplemente algo distintivo de los actuales miembros de la Guardia Civil, algo que sustituye al bigote, al tricornio y a la peculiar mala leche que se les supone a los beneméritos.
El lector en algún momento puede sentir la sensación de estar leyendo más de lo mismo, pero sin embargo el peculiar estilo del autor, con esas magníficas descripciones de la Costa de la Muerte gallega a las que ya nos tiene acostumbrados, con esas explicaciones de cómo llega a desentrañar y desenredar las complicadas madejas en que se convierten los casos que tiene que resolver Holmes, nos vuelven a hacer disfrutar con una nueva investigación.
Un libro que gustará a los aficionados a la novela negra y que tiene la virtud de que termina enganchando, un libro que no creo que busque tanto el éxito comercial como hacer pasar un rato agradable a los lectores. Un libro que, en definitiva, recomiendo.