¿Quién lo iba a decir? ¿Escribir en el blog sobre una carrera popular? Pues sí. ;)
El pasado día 22 Gema Paula y un servidor, acompañados por unos cuantos amigos, Sevi, David y Sandra, participábamos en la XXX Carrera Popular Villa de Aranjuez.
Para mí no era la primera vez que iba a participar en esta tradicional carrera, pero mejor no digo cuantos años hace de mi ya lejana participación. Así que como si fuera el debut.
Ambiente impresionante con más de 5.500 inscritos, muchos conocidos y un fenomenal ambiente.
Salimos desde las últimas posiciones, por eso de que es importante no molestar a los que corren de verdad, y aunque el primer kilómetro es un poco loco por la aglomeración enseguida se empieza a correr con bastante comodidad. Increíble mirar hacia delante y que la vista se pierda al final de la calle Moreras cuando unos aún no han pasado la línea de salida (tardamos más de siete minutos en cruzarla) y los primeros se deben estar acercando ya al tercer kilómetro. Y más aún la bajada desde el final de Moreras por la zona de Agfa viendo como una fila interminable de corredores cruza ya la Calle de la Reina.
La llegada a la Calle de la Reina marca ya un territorio bien conocido para la gente que corre habitualmente por Aranjuez y superado el primer tercio de carrera nos dirigimos a la entrada del Jardín del Príncipe por la Casita del Labrador donde está situada el kilómetro 5 de carrera. Seguramente no hay mejor sitio para correr por Aranjuez que el Jardín del Príncipe -suerte que tenemos los de aquí-, algo que llama la atención a los atletas que vienen de fuera y que se quedan sorprendidos por los bellos parajes por donde discurre la carrera.
Salida del Jardín y allí estaban animando Paula y los abuelos. Ese nuevo tramo por la calle de la Reina está atestado de público que sigue animando a los que aún no hemos llegado a meta, pero ya falta poco. Como es habitual en mi a partir de esos 7-8 kilómetros es cuando mejor me empiezo a encontrar y también coincide cuando Gema empieza a notar el esfuerzo. La subida por Soforas se hace durilla para todos, ¿no decían que era una carrera llana?. Es broma, se nota la cuesta pero más que nada por los ocho kilómetros que ya van pesando en las piernas.
Al llegar de nuevo a Moreras se entra en el último kilómetro y ya se ve al fondo la línea de meta, falta un último esfuerzo y vuelven a aparecer caras conocidas animando, gente del cole, amigos...
Y llegada a meta, tiempo oficial 1 hora, 4 minutos, 45 segundos, tiempo real 1h, 2min, 41 seg.
Cuando por el mes de agosto le propuse a Gema el participar en la carrera no teníamos muy claro si íbamos o no a terminar participando y le propuse la meta de hacerlo en menos de una hora y cinco minutos.
Por cierto, aquí no termina la carrera, luego con David y Sandra y las niñas -Sevi se tuvo que marchar con Cristina que andaba pachucha- nos fuimos de merecida comida para recuperar fuerzas. Así que reto superado.
Lo malo de esto es que cuando uno empieza a correr termina cogiendo el gusanillo y luego no puede parar, así que en marzo la media maratón de los sotos históricos nos espera ya a David y a mí, pero antes, mañana mismo, despediremos el año corriendo en lo que supone será una peculiar carrera, la I San Silvestre Arancetana - corre al lado clandestino. De esta ya hablaremos más despacio.