La etapa de hoy ha sido la séptima de nuestro camino, sobre una distancia de 22,5 km, la primera mitad sobre caminos y el resto por carretera.
Aunque los monitores nos habían dicho que iba a ser muy dura, principalmente el final, debido a las cuestas, finalmente no nos ha parecido que fuera para tanto, aunque es verdad que las cuestas hacia abajo hacen que las rodillas sufran.
El tiempo de hoy, a diferencia de ayer, ha acompañado, ha hecho sol desde primera hora, aunque sin excesivo calor.
Ya estamos a menos de 20 km de Santiago, no nos queda nada. Mañana haremos la etapa O Pedrouzo-Monte del Gozo de unos 14,5 km. Allí haremos noche y ya solo nos faltarán 5 km hasta Santiago de Compostela.
Sexta etapa de nuestro camino, de 22,3 km, la que hemos completado hoy.
Para muchos de nosotros ha sido la más dura, ya que prácticamente todo el tiempo hemos caminado por carretera, lo que se nota en los pies, y además nos ha llovido durante todo el camino por lo que hemos tenido que llevar puestas las capas de lluvia que además de incómodas dan mucho calor.
A partir de hoy lo que nos queda es común con el Camino Francés, bastante más masificado que el Camino del Norte.
Esta tarde toca descansar y luego iremos a la Misa del Peregrino, aquí en Arzúa. Mañana 19,3 km por delante entre Arzúa y Pedrouzo.
Hoy hemos realizado la quinta etapa, entre Miraz y Sobrado dos Monxes, con unos 25,5 km de recorrido, y la más larga de todas las que vamos a hacer hasta llegar a Santiago.
Viendo el perfil de la etapa nos habíamos asustado un poco por las cuestas que podría haber pero aunque sí que ha habido una un poco más larga y algún que otro repechito no ha sido nada comparado con el primer día.
Por suerte el día amaneció nublado por lo que aunque hemos llegado entre las 13,00 horas los primeros y las 14,30 los últimos el calor, afortunadamente, no ha apretado.
Ahora toca disfrutar del monasterio en el que hoy hacemos noche y descansar para la etapa de mañana entre Sobrado dos Monxes y Arzúa (22 km) donde nos empezaremos a encontrar con más gente ya que el Camino del Norte se junta con el Camino Francés.
Poco a poco seguimos haciendo etapas, ya llegamos a la cuarta. Sobre una distancia de 15 km, casi llanos en su totalidad exceptuando algún que otro pequeño repecho.
La mayor parte de la etapa ha transcurrido por carretera, aunque apenas estaba transitada.
Hoy, aprovechando que había menos kilómetros por delante, hemos salido un poco más tarde, pero tampoco ha influido demasiado el calor como en días anteriores puesto que durante las primeras horas de la mañana ha estado bastante nublado e incluso hacia el mediodía ha comenzado a llover un poquito.
Poco a poco vamos rellenando nuestra credencial de peregrinos, hoy hemos sellado en un lugar bastante curioso, con un templario, y el sello no era el típico tampón de tinta sino que ha sido con cera. :D
Esta tarde toca descansar porque mañana tenemos la etapa más larga, Miraz-Sobrado dos Monxes y algo más de 25 km por delante.
Tercera etapa del camino, más o menos como la de ayer. 20,7 km bastante llanos exceptuando alguna que otra cuesta al principio sin demasiada importancia.
Seguramente lo peor de la etapa de hoy hayan sido los últimos kilómetros realizados por asfalto.
Son ya tres días andando y los kilómetros comienzan a pesar en las piernas , aunque a algunos más que a otros :P
Ayer decidimos que nos íbamos a levantar más temprano para evitar el calor que suele apretar a media mañana, aunque hoy el día amaneció nublado y con bastante niebla.
Mañana, 25 de julio, es el día del patrón, fiesta grande en Galicia, y ya estamos a solo 100 km de nuestra meta. Mañana Baamonde-Miraz.
Segunda etapa en el camino, hoy un poco más larga que ayer; 20,6 km. hasta el albergue aunque nosotros hoy dormimos en el pabellón de deportes y hemos tenido que hacer otros dos kilómetros más hasta llegar allí.
Aunque más larga que la de ayer, me ha parecido más sencilla porque no había tantas cuestas. Aún así algunos compañeros han empezado a notar problemas musculares lo que demuestra la importancia de estirar después de realizar el ejercicio.
A diferencia de ayer, hoy prácticamente todo el camino ha sido sobre tierra, exceptuando algún pequeño tramo sobre asfalto y eso es algo que siempre agradecen los pies.
El tiempo que hoy nos ha acompañado también ha sido diferente, a primera hora ha caído un chaparrón pero luego en los últimos kilómetros de la etapa se acusaba el calor por lo que hemos decidido que mañana nos levantaremos un poquito antes. Ya solo nos quedan 120 kilómetros hasta Santiago. Mañana Vilalba-Baamonde y otros 20,7 kilómetros por delante.
Leer novelas históricas de Santiago Posteguillo es un auténtico placer. Me encantó su trilogía de Escipión, y no menos la de Trajano, así que esperaba con muchas ganas Yo, Julia. Lo de menos era que hubiese ganado el Planeta, soy de los que piensan que esto de los premios es más tema económico y de negocio que otra cosa, así que no es algo que tenga en cuenta.
Título: Yo, Julia. Autor: Santiago Posteguillo. Editorial:Planeta. ISBN: 9788408197409 Fecha de publicación: Noviembre 2018 Páginas: 704 Sinopsis: 192 d.C. Varios hombres luchan por un imperio, pero Julia, hija de reyes, madre de césares y esposa de emperador, piensa en algo más grande: una dinastía. Roma está bajo el control de Cómodo, un emperador loco. El Senado se conjura para terminar con el tirano y los gobernadores militares más poderosos podrían dar un golpe de Estado: Albino en Britania, Severo en el Danubio o Nigro en Siria. Cómodo retiene a sus esposas para evitar su rebelión y Julia, la mujer de Severo, se convierte así en rehén. De pronto, Roma arde. Un incendio asola la ciudad. ¿Es un desastre o una oportunidad? Cinco hombres se disponen a luchar a muerte por el poder. Creen que la partida está a punto de empezar. Pero para Julia la partida ya ha empezado. Sabe que solo una mujer puede forjar una dinastía. Opinión personal: Una novela entretenida, históricamente muy documentada, pero para mi gusto mucho más floja que cualquiera de los libros que componen las trilogías de Escipión o Trajano. Ciertamente tiene el interés de traernos a una mujer, en esos convulsos años de finales del siglo II, como la protagonista de la historia. En un momento en el que el papel de la mujer era totalmente secundario, Julia, tomará los mandos, son muy pocos, por no decir ninguno, los que se esperan que una mujer pueda urdir tal trama. Ella lo tiene en su cabeza, sabe perfectamente lo que quiere y conoce los pasos que hay que seguir, y no cejará hasta conseguirlo. Aún así a la novela le falta algo de ritmo, un poco más de intensidad. En otros libros de Posteguillo el protagonista destaca, pero siempre hay personajes aledaños que no dejan indiferente, en Yo, Julia echo en falta algo de todo eso. Supongo que también pongo ya el listón muy alto a Posteguillo, pero es que se lo ha ganado ;)