Esta semana, en el número 464 del Semanario Más, aparece publicado un artículo mío en la sección de cultura con unas cuantas recomendaciones de lectura. Elegí tres libros, uno de esos llamados a convertirse en best-seller, Historia de un canalla, de Julia Navarro, editado por Plaza&Janés y que aún no se había publicado a la hora de escribir el artículo, otro de una editorial pequeña de tamaño, que no de calidad, Los perales tienen la flor blanca, de Gerbrand Bakker, editado por Rayo Verde Editorial y una tercera recomendación para los más pequeños de la casa, Las palomas pasajeras, de Javi Pessoa y editado por Chidori Books. Del primero y el último aún está pendiente publicar aquí en el blog la reseña correspondiente, respecto al de Gerbrand Bakker la reseña ya fue publicada en su momento.
Aquí el artículo completo:
El primer trimestre del año suele venir cargado de novedades, y entre las más esperadas para los próximos días destaca el nuevo libro de Julia Navarro, Historia de un canalla (Plaza&Janés). La editorial parece dispuesta a lanzar la casa por la ventana con una primera edición de 300.000 ejemplares y un poco habitual lanzamiento simultáneo en España, Latinoamérica y Estados Unidos. Julia Navarro propone un cambio respecto a sus últimas historias con una novela actual que promete desvelar la podredumbre de los centros de poder de la política y la comunicación para conseguir sus fines.
Los perales tienen la flor blanca (Rayo Verde Editorial), del escritor holandés Gerbrand Bakker, es una obra un tanto extraña porque consigue despertar en el lector sensaciones contrapuestas, alegres y tristes. Una historia bastante dura escrita con una tremenda sencillez. Es un libro que no va a lo accesorio, se centra en el meollo. No busca las intimidades, pero llega a lo más íntimo. Escrito en primera persona, unas veces del singular y otras del plural, llegará a conmover al lector que terminará la historia sin saber si le ha gustado o no todo lo que ha leído.
Y por último una recomendación para los más pequeños de la casa (a partir de 6 años), Las palomas pasajeras (Chidori Books) de Javi Pessoa. Un bonito libro en el que destacan las muy cuidadas ilustraciones del propio autor. Una historia sin final alegre en el que el amor por los animales y la naturaleza se contraponen con la triste realidad. Un cuento, tierno, sencillo y con un cierto aire oriental en el que no faltan calma, tranquilidad y melancolía.
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viernes, 18 de marzo de 2016
viernes, 4 de diciembre de 2015
[Libros] Los perales tienen la flor blanca, Gerbrand Bakker
Antes de nada agradecer a Javi de Ríos y a la editorial Rayo Verde el ejemplar que me hicieron llegar de este libro. Un libro realmente maravilloso.
Me gustan los libros que cuentan cosas, pero me gustan todavía más cuando en ellos se puede saborear cómo las cuentan. Y esto es lo que sucede con Los perales tienen la flor blanca, de Gerbrand Bakker. Una de las mejores lecturas de este año sin duda ninguna.
Título: Los perales tienen la flor blanca.
Autor: Gerbrand Bakker.
Traductora: Maria Rosich.
Editorial: Rayo Verde.
Número de páginas: 160
Fecha de publicación: Septiembre 2015
Sinopsis: Los gemelos Klaas y Kees y su hermano menor Gerson juegan a menudo a «Negro», cuya principal regla es no abrir los ojos.
Un día Gerson, en un accidente de coche, pierde la visión y se verá obligado a jugar a «Negro» el resto de su vida.
¿Será Gerson capaz de adaptarse a su nueva vida con la ayuda de su perro? La vida también ha cambiado considerablemente para su padre y sus hermanos. Pero lo que nunca va a cambiar es la calidez de la familia. Esta conmovedora historia es contada a través de tres perspectivas diferentes, la de los gemelos, Gerson y el perro.
Opinión personal: Leí hace algún tiempo una entrevista con Gerbrand Bakker en la que el autor decía que le gustaban los libros que podía leer gente de 10 a 80 años, seguro que estaba pensando en este libro porque Los perales tienen la flor blanca cumple a la perfección con estos requisitos.
Acabo de publicar en el blog una reseña del anterior libro que leí de este autor, y lo he hecho porque creo que Bakker ha vuelto a lograrlo, una historia a priori muy sencilla llega lejos, muy lejos, y consigue que nos toque de cerca, muy de cerca.
Además al terminar el libro las sensaciones en el lector son curiosas, uno puede tener la sensación de haber disfrutado con la lectura pero a la vez haber sufrido por lo que ha vivido.
Los perales tienen la flor blanca es un libro que no va a lo accesorio, se centra en el meollo. No busca las intimidades, pero llega a lo más íntimo. Siempre. Y lo hace siempre desde la primera persona. Creo que nunca había leído un libro escrito en primera persona del plural, que es la que utiliza Bakker cuando da voz a los dos hermanos gemelos, Klaas y Kees. Cuando pasa a la primera persona del singular y toma el hilo de la narración el hermano pequeño, Gerson, posiblemente se llega a la mayor emotividad porque es duro, durísimo lo que cuenta. Pero es que hasta el perro, Daan, toma voz en el libro y muestra otra visión, diferente pero perfectamente engarzada con la que hemos ido encontrado con anterioridad.
Bakker es un escritor muy visual, sus descripciones no son al uso, las emociones y sentimientos surgen con pasmosa facilidad, y todo con frases cortas, sencillas, fáciles de leer y duras de asimilar.
Y ahora algo que me sucede con los libros de Rayo Verde... ¿lo recomiendo? Pues no y sí. Es un libro que ya desde muy pronto uno intuye los derroteros que va a tomar. No sé si sordidez es la mejor palabra para definir la resolución de la trama, a mí me parece que si no lo es, se le aproxima mucho. Hablaba al principio de que es un libro que se puede leer de los diez a los ochenta años, posiblemente para un niño de diez años sea demasiado fuerte, pero para un adolescente me parece una lectura tremendamente recomendable, de hecho yo recomendaría encarecidamente este libro como lectura para alumnos de secundaria en los colegios, porque creo que además de estar fenomenalmente bien escrito a veces es necesario dejar un poco de lado el buenismo al que acostumbramos a nuestros jóvenes. Pero sí. Lo recomiendo. Es muy, muy bueno.
Me gustan los libros que cuentan cosas, pero me gustan todavía más cuando en ellos se puede saborear cómo las cuentan. Y esto es lo que sucede con Los perales tienen la flor blanca, de Gerbrand Bakker. Una de las mejores lecturas de este año sin duda ninguna.
Título: Los perales tienen la flor blanca.
Autor: Gerbrand Bakker.
Traductora: Maria Rosich.
Editorial: Rayo Verde.
Número de páginas: 160
Fecha de publicación: Septiembre 2015
Sinopsis: Los gemelos Klaas y Kees y su hermano menor Gerson juegan a menudo a «Negro», cuya principal regla es no abrir los ojos.
Un día Gerson, en un accidente de coche, pierde la visión y se verá obligado a jugar a «Negro» el resto de su vida.
¿Será Gerson capaz de adaptarse a su nueva vida con la ayuda de su perro? La vida también ha cambiado considerablemente para su padre y sus hermanos. Pero lo que nunca va a cambiar es la calidez de la familia. Esta conmovedora historia es contada a través de tres perspectivas diferentes, la de los gemelos, Gerson y el perro.
Opinión personal: Leí hace algún tiempo una entrevista con Gerbrand Bakker en la que el autor decía que le gustaban los libros que podía leer gente de 10 a 80 años, seguro que estaba pensando en este libro porque Los perales tienen la flor blanca cumple a la perfección con estos requisitos.
Acabo de publicar en el blog una reseña del anterior libro que leí de este autor, y lo he hecho porque creo que Bakker ha vuelto a lograrlo, una historia a priori muy sencilla llega lejos, muy lejos, y consigue que nos toque de cerca, muy de cerca.
Además al terminar el libro las sensaciones en el lector son curiosas, uno puede tener la sensación de haber disfrutado con la lectura pero a la vez haber sufrido por lo que ha vivido.
Los perales tienen la flor blanca es un libro que no va a lo accesorio, se centra en el meollo. No busca las intimidades, pero llega a lo más íntimo. Siempre. Y lo hace siempre desde la primera persona. Creo que nunca había leído un libro escrito en primera persona del plural, que es la que utiliza Bakker cuando da voz a los dos hermanos gemelos, Klaas y Kees. Cuando pasa a la primera persona del singular y toma el hilo de la narración el hermano pequeño, Gerson, posiblemente se llega a la mayor emotividad porque es duro, durísimo lo que cuenta. Pero es que hasta el perro, Daan, toma voz en el libro y muestra otra visión, diferente pero perfectamente engarzada con la que hemos ido encontrado con anterioridad.
Bakker es un escritor muy visual, sus descripciones no son al uso, las emociones y sentimientos surgen con pasmosa facilidad, y todo con frases cortas, sencillas, fáciles de leer y duras de asimilar.
Y ahora algo que me sucede con los libros de Rayo Verde... ¿lo recomiendo? Pues no y sí. Es un libro que ya desde muy pronto uno intuye los derroteros que va a tomar. No sé si sordidez es la mejor palabra para definir la resolución de la trama, a mí me parece que si no lo es, se le aproxima mucho. Hablaba al principio de que es un libro que se puede leer de los diez a los ochenta años, posiblemente para un niño de diez años sea demasiado fuerte, pero para un adolescente me parece una lectura tremendamente recomendable, de hecho yo recomendaría encarecidamente este libro como lectura para alumnos de secundaria en los colegios, porque creo que además de estar fenomenalmente bien escrito a veces es necesario dejar un poco de lado el buenismo al que acostumbramos a nuestros jóvenes. Pero sí. Lo recomiendo. Es muy, muy bueno.
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