Hace unas semanas Pilar Montero estuvo en un programa de radio en la cadena Ser, A vivir que son dos días, y unos cuantos amigos del Twitter del mundo de la educación comenzaron a tuitear sobre la entrevista y así descubrí que Pilar Montero había escrito un libro titulado ¡Está ardiendo una papelera!...
Título: ¡Está ardiendo una papelera!
Autora: Pilar Montero.
Editorial: Península
Número de páginas: 304
Año de publicación: Septiembre 2015
Sinopsis: ¿Centro educativo o nave de la flota galáctica? La tripulación de un instituto es el paradigma de la diversidad: alumnos de una treintena de nacionalidades, cada uno con su propia problemática personal y social; profesores competentes, motivados, luchadores; padres entregados, agresivos, hipersensibles. Horarios de cuadratura más improbable que la del círculo, excursiones que acaban en rescate, ferias de convivencia con premio… En resumen, una comunidad cuyas aventuras y desventuras harían las delicias de los guionistas más avezados… O les harían tirar la toalla. En una nave interestelar, una papelera ardiendo es un peligro; en un centro educativo, ¡la tormenta perfecta! Este libro, crónica amable y desenfadada del día a día en un instituto madrileño de Secundaria escrita por quien lo dirigió durante nueve años, es un examen riguroso y sincero de la educación en España, para que los lectores la evalúen y califiquen; pero, sobre todo, es un relato delicioso y lleno de buen humor que, sin rehuir el trazo áspero, rechaza el alarmismo y la amargura, y lo cambia por compasión y esperanza.
Opinión personal: Si te gusta el mundo de la educación y quieres pasar un rato entretenido este es un muy buen libro para disfrutar con la lectura y las anécdotas que nos cuenta Pilar Montero, reales como la vida misma sin duda ninguna.
Un libro que mezcla el ensayo con un relato casi novelado del acontecer diario en un instituto madrileño de una zona deprimida de la ciudad y que consigue arrancarnos más de una sonrisa ante las situaciones más extravagantes, ridículas, curiosas, difíciles de creer y cualquier calificativo que se nos pueda ocurrir.
Un equipo directivo que no lo tiene fácil ni ante alumnos ni ante sus propios compañeros, los unos porque no encuentran motivación y los otros porque seguramente preferirían un destino más tranquilo o quizás simplemente porque están trabajando en algo para lo que es necesaria la vocación, que también puede ser.
Situaciones en muchos casos deprimentes ante las que la autora demuestra que siempre se puede mostrar una cara positiva, habrá problemas de convivencia pero también se ve que el trabajo de estos profesionales de la educación ha dejado poso en muchos alumnos que por allí pasaron, habrá problemas económicos pero nada que no se pueda arreglar con entusiasmo e iniciativa...
En definitiva una radiografía muy precisa de lo que hoy es el mundo de la educación en España pero contada desde un prisma en el que lo último que se pierde es la esperanza.