Antonio Miguel Carmona, socialista madrileño venido a menos en los últimos tiempos y más en los últimos días.
Habitual de programas de televisión y radio tuvo sus días de gloria cuando llegó a ser candidato a la alcaldía de Madrid, o cuando en la asamblea de Madrid se convirtió en el azote de Ignacio González y Francisco Granados denunciando la corrupción rampante del PP madrileño. También se le recuerda por una desafortunada frase en la que dijo que tras la catástrofe del Prestige el PSOE estaba sobrado de votos pero si hacía falta hundían otro barco.
Y ahora ha vuelto a las portadas, lo ha hecho a través de una puerta giratoria, de esas de las que tanto hablan pero que tanto utilizan políticos de uno y otro lado, especialmente los de los dos grandes partidos PSOE y PP, pero de las que no están exentos ninguno.
A pocos días del congreso de los socialistas madrileños el tiro en el pie que se ha dado el partido ha sido de aúpa. Y no, que no vengan con excusas, diciendo que no es cosa del partido, el PSOE se ha retratado otra vez más. Izquierda, pero izquierdita cobarde que diría el otro, o de la del caviar, que diría la otra. Y no les falta razón.
Mis felicitaciones al señor Carmona, evidentemente se le ha encendido la luz.
