Este pasado domingo, aprovechando una oferta de última hora, con la que se obtenían las entradas a casi mitad de precio, Gema, Paula y el que escribe nos fuimos, acompañados por Charo, Mercedes y Juan, a los Teatros del Canal.
Además ese día existía la posibilidad de tener un encuentro antes de la representación con los actores y el director de la compañía Yayo Cáceres. Un buen rato el que pasamos un pequeño grupo de espectadores, entre los que no faltaban unos cuantos chavales -uno comentó que iban porque en el instituto su profesora de literatura les había recomendado la obra-, además de Paula, en el que los componentes de Ron Lalá nos hablaron de la compañía, de sus orígenes, de cómo se les había ocurrido lanzarse a un proyecto tan ambicioso... Si geniales son actuando, no desmerecen ni lo más mínimo cuando bajan del escenario y los tienes cara a cara.
Es verdad que teníamos algunas dudas sobre si la obra le iba venir un poco grande a Paula, diálogos en verso, la ambientación en el siglo de Oro..., incluso llegué a preguntar a David Ruiz (felicidades por el diseño y maquetación del libro) qué pensaba él, que conocía la obra, sobre la asistencia de una niña de ocho años, pero puedo asegurar que Paula disfrutó con la obra (de hecho ya os lo ha contado ella por aquí), evidentemente se le escapaban muchos matices, algunos guiños, personajes de los que ni siquiera había oído hablar..., pero le encantó la puesta en escena, la música en directo, las canciones, la interactuación de la compañía con el público, etc.
Bueno, ¿y de la obra, qué? Pues muy, muy bien. Si ya nos gustó Time al tiempo, Ron Lalá en Siglo de Oro, siglo de ahora creo que se supera. Con su inconfundible estilo que auna humor, música... y con unos textos muy cuidados, con un humor inteligente, ácido en algún caso, irónico casi siempre o crítico y cítrico como dicen ellos..., pero sin caer nunca en lo soez o en lo vulgar, algo que en estos tiempos que corren se agradece. Críticas a la monarquía del siglo aureo y del de ahora, al dinero público para salvar a la banca y los banqueros -nihil obstat-, al fútbol, a los políticos (muy bueno ese entremés del discurso con el Conde Duque de Olivares y el consejero del secretario primero de la segunda asesora de la vicedirectora del intendente suplente del agente homologado del portavoz delegado del subvicepresidente, vamos uno de esos que suelen estar puestos a dedo hoy en día), a esa España de hace cuatro siglos y a esta de ahora, a los mentideros de entonces y los no tan distintos de hoy...
Uno sale con la sensación de haber disfrutado, pero es que además te han hecho pensar porque ¿tan diferente es la situación actual de la de hace cuatrocientos años?
España,
somos un tercio de España,
somos un tercio imperial;
cantamos nuestras hazañas,
y cuando hay crisis mundial
nos vamos todos de cañas.
Totalmente recomendable para aquellos que quieran disfrutar de un humor inteligente y para inteligentes ;). Así que ale, todos al teatro, que no os va a defraudar.
Fotografía: David Ruiz