Hace cuatro años, cuando se acercaban las elecciones municipales, me embarqué en el blog en una historia que, a mí al menos, me resultó curiosa a la par que interesante, quise conocer mejor a los candidatos a la alcaldía a través de unos cuestionarios que les hice llegar y que aquellos que lo desearon respondieron, otros simplemente pasaron de mí (cosa que no les reprocho y por lo que no les guardó ningún rencor) y hubo incluso alguno que dijo que sí, pero cuando lo vio no le gustó y decidió borrarse del experimento.
Este año no voy a repetir esa jugada, pero sí que voy a jugar con un nuevo experimento, la idea en esta ocasión no pasa por preguntar a los candidatos, sino por preguntar a sus posibles votantes, es decir a gente normal y corriente, gente como usted y como yo. Preguntarles por su valoración de esta última legislatura, lo que les ha parecido, lo que han echado de menos, lo que les ha gustado y lo que no, pero siempre en un tono amable y desenfadado.
Además pretendo que sea un experimento ambicioso, la idea es preguntar a un buen número de personas, digamos 10, 15, 20, 50... personas con sus nombres y apellidos, ¡50! personas cada una con su ideología, su pensamiento... ¿Y cómo elegir a esas personas para que el experimento no resulte demasiado sesgado? Pues es una buena pregunta, porque evidentemente la muestra que voy a tomar no es lo que se denomina una muestra aleatoria simple, aunque estoy seguro de que a Tezanos y el CIS le valdría perfectamente ;) Voy a pedir la opinión de amigos y conocidos, en los próximos días me voy a ir poniendo en contacto con una lista de personas que ya tengo elaborada (con algunos ya lo he hecho). En esta lista hay personas de muy distintos ámbitos, hay personas que pertenecen o han pertenecido a determinados partidos políticos, personas que es posible que en las próximas elecciones vayan en una lista, pero también personas que jamás han militado en ningún partido ni ganas de hacerlo. Gente de la prensa, gente del mundo de la cultura, gente que ya trabajó en su momento y hoy disfrutan de su jubilación, gente de la empresa, pero como decía al principio no son más que gente como usted y como yo.
Pero quiero además que cualquiera que desee participar en este experimento pueda hacerlo y por eso pongo a su disposición un formulario en el que dejar sus datos, y en los próximos días me pondré en contacto para hacerles llegar el cuestionario.
En un plazo de quince, veinte días, (cuando ya haya recopilado todas las opiniones) comenzaré a publicar los resultados agrupados aproximadamente de cinco en cinco. Y dicho esto... ¿Alguien se anima?
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