lunes, 30 de marzo de 2020

Diario de un día más y un día menos (VI)


Hoy lo del cambio de hora, eso de que a los dos son las tres, que si dormimos una hora menos o una hora más, ha pasado sin pena ni gloria. Como que nos daba un poco igual, la única diferencia es que hoy los aplausos eran de día, pero más allá de eso, personalmente me congratulo de que esta vez no hayan salido los sesudos comentaristas que de todo saben a decirnos si ahorramos o no con el cambio de hora. Y es que, sinceramente, en estos días nos da exactamente lo mismo.





Quizás lo más llamativo del día es que ayer se anunciaba que se paralizaban todas las actividades no esenciales en España y se haría en forma de permiso retribuido que habrá que recuperar más adelante... A los autónomos una vez más, y van..., no se les tiene en cuenta. Ojo, que no digo que la medida sea mala, porque seguramente es más que necesaria, pero lo más curioso es que son las once de la noche y el BOE no ha publicado aún que es esencial y que no es esencial, así que más de uno se irá a la cama sin saber qué tiene que hacer mañana. La imprevisión que no nos falte.





Van pasando los días y evidentemente esto se hace cada vez más duro, lo que no esperaba yo (lo sé, soy un iluso) es que la sociedad, y no solo los partidos políticos de cualquier espectro, porque aquí no se salva ninguno, cada día esté más y más polarizada. Lo veo en las redes sociales o en los comentarios en los medios de comunicación, estamos igual o más divididos que antes de que todo esto nos golpeara con la virulencia con la que lo está haciendo. Poca gente afín al gobierno o a sus socios reconoce que ha habido improvisación, dejación, falta de claridad, ocultación de datos... pero poca gente no afín al gobierno o a sus socios se para a reconocer la dificultad que tiene que suponer gestionar una situación como esta, pocos se paran a reconocer que ha faltado unidad y que en cuanto pueden se les tiran a la yugular. Estoy convencido de que hay cosas que se tenían que haber hecho mucho mejor, que en ocasiones ha pesado más la propaganda que lo verdaderamente importante, pero también estoy convencido de que un gobierno de otro color habría hecho prácticamente lo mismo, y los que ahora defienden a capa y espada a los suyos se dedicarían a atacar con saña y sin piedad a los otros. Es lo que tenemos, aunque no nos lo merezcamos. Será cosa de la casta que decía aquel.





Algo habrá que decir de los números, y eso que los fines de semana no me parecen excesivamente propicios para sacar resultados o hacer predicciones, más que nada porque por la poca experiencia que ya vamos teniendo resulta que los fines de semana nos traen unos datos que no se parecen a los del resto de la semana, y es curioso porque al final no dejan de ser datos de tres o cuatro días atrás. Mañana prometo mojarme un poco más, de hoy solo decir que el número de contagiados es menor -muy buena noticia que ojalá se confirme mañana- de lo que se podía prever (se me ocurren dos causas, efectivamente estamos tocando o hemos tocado techo, o bien seguimos sin hacer pruebas más que vicepresidentas con síntomas leves mientras se las negamos a los sanitarios) y que el número de fallecidos vuelve a ser el más alto hasta la fecha, 838.

Termino siempre con algo bueno, y hoy va a ser una recomendación, mañana (y pasado mañana, y al otro...) a las 8.00 escuchen el diario de Carlos Alsina en Onda Cero, no les dejará indiferentes. Si no lo pueden escuchar, esperen a que lo suban a la web de la emisora, no se arrepentirán.








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