Vaya polémica se está montando con el tema de si hay o no que vacunar a los jugadores de la selección española de fútbol. Unos que sí, otros que no, y como somos el país que somos resulta que ya se está convirtiendo en un tema político en el que se empieza a tomar partido dependiendo de la ideología de cada uno.
Si me preguntan a mí diría que no lo sé, no sé si hay o no que vacunarlos. Ni me importa, ni me ocupa ni me preocupa. Pero no es verdad, sí que me importa y sí que me preocupa.
Me importa porque en España no se ha priorizado la vacunación a los grupos de riesgo con criterios médicos, me importa y me preocupa porque aquí se ha hecho un estudio a 600 personas para ver qué ocurre mezclando vacunas diferentes sin seguir los criterios de la EMA (Agencia Europea del Medicamento) -que no deben ni saber ni entender de esto-, me importa y me preocupa porque la decisión de vacunar a los futbolistas demuestra que no hay ningún criterio tomado y estudiado, me importa y me preocupa porque demuestra que no hay manera de entender cuales son las políticas de sanidad de este país. Y llevamos año y medio de pandemia, que se dice pronto. No sólo han demostrado ser incompetentes en materia sanitaria, que lo han hecho, sino que también son incompetentes ocultando su tremenda incompetencia. En sus manos estamos. No digo más..., y lo he dicho todo.
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