
En un pueblo cualquiera, un partido político (también cualquiera) junto con el alcalde llevan treinta años ejerciendo el caciquismo y la corrupción cuando reciben el aviso de que sus cuentas van a ser investigadas, así que el alcalde decide hacer lo mejor -o lo único- que sabe hacer y es intentar comprar la voluntad del inspector con cualquier artimaña, pero quien ha llegado al pueblo no es un inspector sino un tío y un sobrino que vienen a pedir la mano de la propia sobrina del alcalde. Equívocos, malos entendidos, hasta que se presenta el verdadero inspector y se soluciona el embrollo como se debería solucionar...
Resulta curioso como esta tragedia grotesca estrenada en 1920 en el Teatro de la Comedia, sigue perfectamente vigente cien años después. Así veremos a los del sí, a los del no y a los del ya veremos en unas situaciones que a todos nos suenan, dineros que se despistan para ir al bolsillo de turno, obras que no se hacen porque no toca, artistas que actúan solo si primero pasan por caja y financian al partido político de turno, y así tanto como uno quiera imaginar. Supongo que ninguno de los espectadores que disfrutamos con el espectáculo nos sorprendíamos por la actitud del señor alcalde y es que basta leer el periódico cualquier día para ver que cien años después las cosas no han cambiado tanto. Una obra real como la vida misma, y en la que cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. :)
Felicidades al director Gonzalo Magán y a todos los actores que participan en la obra por un magnífico trabajo. Al año que viene volvemos a vernos.