
El mejor ejemplo de hombres (y mujeres) buenos que podemos encontrarnos hoy es el de los maestros. Un maestro ilumina a sus alumnos, les abre camino, estimula su curiosidad y el amor por el aprendizaje. Un maestro aprende cuando enseña y por eso cada día es más sabio.
He dicho maestro y no profesor porque no me parece que sean lo mismo, un maestro está enfocado en sus alumnos, un profesor está enfocado en sí mismo. Para el maestro lo importante es el alumno mientras que para el profesor lo es su figura y su necesidad de reconocimiento.
La situación de la educación en España no está para tirar cohetes, pero quizás resulte que en los colegios hay muy buenos maestros y en la política sobran profesores que les gustar meter la mano en los temas educativos.
El lunes pasado se celebraba el Día Mundial del Docente. Sirvan pues estas líneas para agradecerles a todos esos maestros la labor que realizan y para pedir a los profesores de la política que hagan un ejercicio de autocrítica, que busquen a los maestros que tengan cerca y que les pidan con humildad que les ayuden a ser como ellos.
La Fundación Promaestro ha querido también rendir homenaje a los profesores en un vídeo en el que ironiza sobre la tendencia que tenemos a opinar sobre aquellas cosas que creemos que sabemos. "Los profesores deberían hacer..." es una frase que se oye a la puerta del colegio casi tanto como la de "cada niño es un mundo".
https://www.youtube.com/watch?v=BGqFuwVVUS0
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