Don Juan en Alcalá es la mayor representación teatral de Alcalá de Henares y se viene representando de forma ininterrumpida desde 1984 y este año, por vez primera, contaban con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional.
La obra se representa en pleno casco histórico, en el espacio Auditorio del Patrimonio, la conocida como Huerta del Obispo del Palacio Arzobispal, donde cada año se dan cita miles de personas para asistir a la escenas del Don Juan.
La edición de este año se ha celebrado el viernes 2 y el sábado 3 de noviembre a las 20 horas, como siempre con entrada libre.
Los protagonistas en esta edición eran Fran Perea y Luz Valdenebro en los papeles de Don Juan y Doña Inés en una adaptación de Ron Lalá bajo la dirección de Yayo Cáceres. La propuesta de Ron Lalá marcaba un punto de inflexión al incorporar música en directo a la obra y se esperaba por ello con una notable expectación.
El comienzo de la obra muestra un inequívoco estilo ronlarero, estilo que poco a poco se va diluyendo quedando en un segundo plano bastante discreto para mi gusto. No se puede decir que la obra no tuviese el estilo Ron Lalá, pero al menos a mí me quedó la sensación de que no terminaba de cuajar. Es posible también que el público asistente no fuera el público ronlalero habitual, algo más frío quizás por el ambiente, y así esos habituales guiños en los que por ejemplo se espera el eco del público no funcionaron como se esperaba.
Aún así el numerosísimo público asistente, entre las dos representaciones de viernes y sábado se habla de unos 30.000 espectadores, disfrutó con una obra que no dejó a nadie indiferente.
Uno, que ya se ha hecho fan de Ron Lalá, quizás esperaba algo más de ellos, es lo malo de haber puesto el listón tan alto... Una representación de notable alto, pero no de sobresaliente.
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