miércoles, 31 de octubre de 2018

De castigos colectivos en el colegio...

castigado_librosAl mundo de la educación han llegado, o eso se dice, nuevos tiempos. Ahora se habla de inteligencias múltiples, de educación expandida, de alteridad, de aprendizaje basado en el pensamiento, the flipped classroom,... No voy a entrar a debatir si son la panacea o no sirven para nada, y es que además esta entrada del blog no trata de todo eso.

Hoy voy a hablar de algo mucho más mundano, los castigos en el colegio, y más concretamente de los castigos colectivos en el colegio. Adelanto ya que no estoy para nada de acuerdo con los castigos colectivos. Y defino castigo colectivo como aquel que se impone a un grupo de alumnos como resultado del comportamiento de uno o más individuos del grupo. Y aclaro aún más, voy a hablar de castigos colectivos que se imponen a un grupo por un comportamiento que han tenido tres individuos concretos y perfectamente identificados de un grupo. No estoy hablando de un caso en el que no se sabe quién ha sido el culpable, estoy hablando de un caso en el que los culpables están perfectamente identificados.  Aún así también quiero dejar claro que estaría en contra del castigo colectivo aunque los culpables no estuvieran identificados.

Es evidente que el profesor ante un hecho punitivo como el que me refiero puede tomar distintas alternativas: Aplicar un castigo a los tres alumnos que han cometido el hecho, no aplicar castigo alguno y la que a mí me parece más surrealista de todas, castigar a todos los alumnos de la clase por un hecho que cometieron tres alumnos concretos.

Lo que voy a decir puede parecer un poco fuerte, pero creo que la decisión que tome el profesor permite definir el carácter de esta persona y nos permite hacer un juicio de valor  acerca de cuáles son los principios que rigen sus actos, si es que tiene principios, que esa es otra.

Lanzo unas cuantas preguntas y sus correspondientes respuestas:

  • ¿Es lícito castigar a alguien que no ha hecho nada malo? Mi respuesta es no.

  • ¿Se está incurriendo en maltrato contra aquellos alumnos que no hicieron nada malo? Mi respuesta es sí.

  • ¿Trata de forma indigna a alumnos que no lo merecen? Mi respuesta es sí.

  • ¿Promueve el enfado y la indignación de aquellos alumnos que no hicieron nada? Mi respuesta es sí.

  • ¿Puede incitar al enfado e incluso la violencia contra los culpables del castigo? Mi respuesta es sí.

  • ¿Favorece el buen ambiente del grupo? Mi respuesta es no.

  • ¿Provoca rechazo hacia la actitud o incluso hacia el mismo profesor? Mi respuesta es sí.

  • ¿Provoca indignación en madres y padres que intentan "justificar" ante sus hijos lo injustificable? De nuevo la respuesta es sí.


Entiendo que cuando el profesor toma la decisión de castigar a todos, opta por el camino fácil y rápido, todos castigados y así "aprenden la lección". Supongo además que el profesor pretende dejar claro ante los alumnos su autoridad, pero lo cierto es que está perdiéndola toda de golpe. La suya no es una medida educativa, no sirve para nada más allá de ahorrarse el dar un clase mientras los alumnos escriben 100 veces "no debo desobedecer al profesor", aunque solo lo hayan hecho tres de ellos.

El profesor pierde su autoridad moral (si es que la tenía), consigue la incomprensión de los alumnos que no hicieron nada para ser castigados, elimina su función educadora y hace que su descrédito ante padres y madres crezca de manera exponencial. Si alguien se porta mal, digáselo a esa persona, no a todos. La clase no es la que se porta mal, quién se porta mal son una, dos o tres personas.

Vaya por delante el respeto absoluto para todos esos profesores que cada día trabajan y educan a nuestros hijos, nuestro deber como padres es apoyarles en esa difícil labor, pero para apoyarles en esa labor es imprescindible que las decisiones que tomen sean justas. Castigar a toda la clase por lo que han hecho tres personas no es justo, lo diga Agamenón o su porquero.

 

 

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