Después de los sesudos análisis que anoche realizaron periodistas, analistas políticos, tertulianos de todo color y pelaje, políticos y también algún politicucho que de todo había por los diferentes canales de televisión y emisoras de radio voy a dejar aquí mi valoración a través de unas cuantas ideas a vuelapluma sin entrar en demasiado detalle. Evidentemente quedarán muchas ideas en el tintero, quede claro desde el principio que no es más que una opinión subjetiva y que no pretende contentar ni convencer a nadie, ni tan siquiera coincidir.
Punto 1: El PP gana (vuelve a ganar) las elecciones. El resultado es mejor (bastante mejor) que el de diciembre pero sigue siendo malo (muy malo) en comparación con los resultados de 2011. Rajoy sale bastante reforzado (¿lo suficiente?) de estos comicios y eso pese a que sigue sin convencer ni a los propios afiliados y simpatizantes del PP.
El PP ha recuperado votos que en diciembre fueron a Ciudadanos, pero también de gente que votó al PSOE e incluso a Podemos. Ha conseguido movilizar a su votantes, aunque mucho me temo que algunos (bastantes) votaron con la nariz tapada porque el PP actual no huele bien. Fue un voto al menos malo,un voto prestado sin ninguna confianza.
¿Será suficiente el ascenso para gobernar o el PP va a sufrir y tener que pagar algún peaje? Si Ciudadanos apoya al PP es posible que no se atreva a pedir la cabeza de Mariano Rajoy, pero por ejemplo la del ministro del interior ya estará puesta en bandeja de plata.
¿Convencerá el PP al PNV para que le dé su apoyo en la investidura? O eso, o será necesario una abstención por ejemplo del PSOE... No pongo la mano en el fuego por nada.
Punto 2: El PSOE pierde (vuelve a perder) las elecciones. El resultado es peor (todavía peor) que el de diciembre que había sido malo (malísimo). A Pedro Sánchez sólo le salva que ni Susana Díaz se ha salvado, pero veremos si ni por esas.
Triste (muy triste) la imagen del PSOE queriendo hacer ver que el resultado había sido bueno (muy bueno) porque habáin quedado segundos y Podemos no les había superado. Excusa de perdedores, que nadie se engañe. Lo que no fuera sumar era malo, y han restado. Al final Sánchez hace buenos (buenísimos) los resultados de Almunia.
¿Y ahora qué? ¿Abstención y dejar gobernar al PP, poniendo todos los palos posibles en las ruedas al gobierno en una legislatura que se prevee corta? ¿Entrar a formar parte de un gobierno de coalición e intentar influir lo máximo posible en las políticas del gobierno? ¿Ponerse de perfil hasta la próxima una vez superado el mal trago de que la gente de Podemos pudiera pasarles por encima?
¿Qué futuro espera a Pedro Sánchez? ¿Dar un paso atrás y reconocer que no ha podido o no ha sabido buscando alguna de esas puertas giratorias que tanto les gustan a algunos?
Punto 3: Unidos Podemos ha sido el perdedor (gran perdedor) de la noche. Si bien el resultado no es malo (malísimo) lo cierto es que las expectativas (altísimas) que habían creado (y hecho creer) no se cumplieron ni con mucho. Ni adelantamiento al PSOE, ni mejora de resultados, ni nada de nada. Lo que pudo ser en diciembre y no fue tampoco ha sido en junio.
La confluencia con IU no ha multiplicado (ni siquiera sumado), de hecho ha restado. Alguno no entenderá lo que voy a decir, pero votantes moderados que dieron su apoyo a Podemos en diciembre habrán cambiado su voto porque no les gustaba la idea de "comunistas". Y ojo, que también habrá pasado lo contrario, votantes comunistas de IU habrán decidido que mejor en casa que juntarse con los que en los últimos días eran socialdemocratas y si dura más la campaña habría terminado siendo democratacristianos.
¿Estará empezando a pasar factura un año de ayuntamientos con gobiernos del cambio que algunos ven como más de lo mismo, como los mismos perros con distinto collar? ¿Desilusión de los que pensaban que un cambio era posible pero no entendieron que no se apoyará un gobierno de Sánchez?
La ocasión la pintaban calva y parece que han tocado techo. Las expectativas de futuro ahora no son demasiado halagüeñas porque tanta confluencia puede hacer pasar factura, porque ¿qué hay de lo mío? Los resquicios pasan por obtener buenos resultados en futuras elecciones en País Vasco y Cataluña, pero me temo que estos no son los Podemos de otros lugares de España.
Unidos Podemos creo que ha querido usar la cara amable de Garzón como revulsivo, pero la cosa le ha salido rana. Garzón queda tocado (muy tocado) porque unos no le ven y otros no le quieren ver.
Punto 4: Ciudadanos baja y pierde (hasta el 20% de sus diputados). Rivera salió hablando de la ley electoral, tiene razón, pero eso mismo se lo hemos oído a IU, a UPyD... Ciudadanos podría no ser ni necesario ni imprescindible, no debe olvidarlo. Puede ser la llave o no, y eso no va a ser demasiado bueno para ellos. Ha hablado mucho en campaña de su no a un gobierno encabezado por Rajoy, ¿y ahora qué? ¿puede seguir exigiendo que Rajoy se vaya a cambio del apoyo de Ciudadanos? Hoy ya empiezan a decir que ellos no habían vetado a Rajoy. Veremos..., que dijo un ciego.
Muchos de sus votantes decidieron que lo mejor era irse (volverse) con el PP, seguramente molestos por ese intento (alocado) de formar gobierno con el PSOE cuando no había apoyos suficientes. Gobernar con el PSOE en Andalucía, con el PP en Madrid, puede ser un plus o resultar un pluff. Algunos ciudadanos, muy fijos de un lado o del otro, no se lo perdonan.
Cierto que parecen tener un suelo importante, pero el problema es que si no son necesarios pueden terminar siendo irrelevantes. Tienen algunas caras que pintan bien, que dan buena imagen en las tertulias, que tienen un discurso amable pero junto a eso también abunda la mediocridad (bastante). Un partido que habla de la nueva política y que hace guiños a la vieja, y es que el que se mueve no sale en la foto como en La Coruña.
Punto 5: Las encuestas mal y es que el voto oculto vuelve a aparecer como en la última época de González. A la gente le da vergüenza decir que van a votar al PP o al PSOE, no es lo moderno ni lo que se lleva, pero siguen siendo los que aglutinan el 50% de los votos. Menos que hace unos años pero aún muchos.
TVE y la FORTA pagaron una pasta (es decir, tú lector del blog y yo, pagamos de nuestros impuestos) por una encuesta a pie de urna que marró estrepitosamente y que no aportaba nada. Un dispendio más de esos a los que ya estamos tan acostumbrados. Pero no pasa nada.
Los periodistas deberían también hacérselo mirar, ojalá se dedicarán más a contar lo que pasa y menos a vaticinar lo que va a pasar, porque no veo a ninguno entonar el mea culpa y decir que se equivocaron con sus previsiones.
Punto 6: En diciembre desde la derecha empezó a hablarse de que había 5 millones de... (póngase aquí el adjetivo descalificativo que se prefiera) que habían votado a Podemos, y que éramos un país de analfabetos. No estaba de acuerdo con esos mensajes y además me parecía que aquellos que los difundían se estaban descalificando solitos. Hoy las tornas han cambiado, ahora vienen las descalificaciones desde el otro lado, que menudo país, que es una vergüenza, que tenemos lo que nos merecemos..., vamos igualitos que los otros. Pues me reitero aquellos que difunden este tipo de mensajes se descalifican ellos solitos. ¿No podemos admitir que hay un buen número de gente que no piensa igual que nosotros? ¿No podemos admitir que pueden estar tan acertados o equivocados como nosotros? Si no me gusta lo que ha votado la mayoría es porque ellos, siempre ellos, son tontos... Va a ser que no.
Punto 7: Aún no se habían cerrado los colegios y con los últimos datos de participación que apuntaban a que ésta había descendido empezaron los unos y los otros a dar justificaciones, que si puente en algunas zonas, que si hacía calor, que si hay gente de vacaciones... Yo no fui a votar, de hecho lo avancé hace ya tiempo, y no lo hice porque estuviera de puente, ni de vacaciones ni porque hiciera frío o calor, no fui a votar porque voté en diciembre y entonces no se tuvo para nada en cuenta lo que los ciudadanos habían o habíamos votado, se decidió que podíamos gastar alegremente nueve o diez millones de euros más en unas nuevas elecciones con los mismos candidatos para obtener poco más o menos los mismos resultados. No, no se nos va a tener en cuenta, pero ya veremos como en las próximas generales, como mucho de aquí a un par de años, volverán a pedirnos el voto. El mío les va a costar.