martes, 9 de septiembre de 2014
Profesor, gracias
https://www.youtube.com/watch?v=4hCtoRPej6s
lunes, 8 de septiembre de 2014
¿Lecturas obligatorias en el colegio? No, gracias
Durante las últimas semanas he ido publicando en el blog una serie de comentarios sobre los libros que este año tendrán que leer Paula y Celia en el colegio (El negocio de papá, Abdel, 3333, La historia de Iqbal, El secreto del huevo azul y Medianoche en la luna). Unas elecciones de libros que me han gustado bastante y me han parecido además bien hechas, pero que, a mi entender, parten de un planteamiento erróneo que ahora intentaré justificar.
Aunque pueda llamar la atención este artículo va escrito más como profesor de matemáticas que como padre. Uno de los mayores problemas, sino el mayor de todos, que tienen los chavales con las matemáticas es la resolución de problemas, y más aún la resolución de problemas que necesitan de un cierto nivel de comprensión lectora. Los chavales, prácticamente todos, son buenos en cálculo, pero cuando para resolver un problema hay que pensar lo que hacer empiezan las dificultades y es que si un alumno no entiende lo que lee difícilmente podrá resolver lo que le están preguntando. Si en un problema les hablan de un barco que sale a las cuatro de la tarde del puerto con un cargamento de 100 vacas que pesan 450 kg cada una, y les digo que el barco tarda 8 horas en realizar su trayecto y que en una parada intermedia se carga comida para que las vacas puedan comer durante una semana, no es extraño que al preguntarles por el peso total de las vacas alguno me responda mezclando las cuatro de la tarde, las horas de trayecto y los siete días que tiene una semana. No es broma, sucede realmente. Están acostumbrados a usar todos los números que hay en el problema, aunque no tengan relación con la pregunta que hay que resolver.
Todo esto viene a que me parece una equivocación fijar desde el colegio -estoy hablando de primaria pero muchas de las ideas son extensibles a secundaria-, cuáles deben ser los libros que hay que leerse durante el curso porque sí. Porque sí o porque al profesor de turno le gusta ese libro, o porque la editorial hace regalos al colegio o por la causa que sea, que ese es otro tema.
"Hay cierto prejuicio de los adolescentes hacia la lectura porque se asocia a algo muy académico, de buen estudiante". "La lectura es una actividad compleja, que requiere esfuerzo y que necesitas ejercitar mucho para que te guste". "La ficción se ha diversificado y los jóvenes tienen otros géneros como el cine o los videojuegos para conseguirla". "No tienen tiempo y sí otros intereses". "En la escuela hay mucha lectura obligatoria". "Padres y profesores tampoco leen". Estas son sólo algunas de las muchas razones que aducen profesores, bibliotecarios, escritores, editores y especialistas en literatura juvenil para justificar la pérdida de afición a la lectura en el paso de la niñez a la adolescencia.
Así comienza un artículo publicado la semana pasada en La vanguardia que intenta analizar por qué dejamos de leer. En el mismo artículo el escritor Jordi Sierra i Fabra rechaza el argumento de que los jóvenes no lean porque tienen otras gustos, marco en negrita algo que me ha llamado la atención dentro de lo que dice:
"No comparto que la culpa sea de los videojuegos o de internet; llevo 42 años publicando libros y antes se culpaba a la televisión y a los vídeos; la clave es que los chicos asocian los libros con la escuela, y allí cuando les recomiendan una novela no es para que lo pasen bien, sino para que luego hagan un trabajo o se examinen, y eso se acaba convirtiendo en un suplicio; además, como se enfrentan a esas lecturas solos, muchos no entienden lo que leen, piensan que es culpa suya, que son burros, y para no sentirse mal dejan de leer".
Creo que aquí está el quid de la cuestión. Leer un libro no es algo que desde el colegio se fomente como una actividad lúdica, todo lo contrario, es trabajo, es examen y si alguno ha disfrutado con la lectura ya vendrá luego la hora del examen. Exámenes donde por cierto, y el ejemplo es real, algunas veces les preguntan cosas tan ridículas como esta: "en el capítulo 2 ¿a qué hora quedaron los protagonistas con los policías?" Esto, con perdón, solo son ganas de fastidiar y de matar el gusto por la lectura en los chavales.
Alguien me podrá decir que si no se fuerza a un niño a leer ese determinado libro, es muy posible que el chaval no leyera nada más durante el curso. Lo acepto, pero no veo demasiada diferencia entre leer tres libros que no le gustan, que no le interesan y que no le llaman la atención y de los que además le van a examinar y no hacer absolutamente nada.
Es necesario buscar alternativas y soltar amarras, no se puede seguir anquilosados en el pasado. En el artículo de La vanguardia, hablando sobre la posición que mantienen los docentes muestran diferentes posturas:
La mayoría cree necesarias las lecturas obligatorias porque de otra manera muchos chicos no tendrían ningún contacto con la literatura o no tendrían suficientes referentes para definir sus gustos. "Al adolescente basta con obligarle a algo para que se ponga en contra; así que la lectura, que es algo que cuesta, si es obligatoria no les convida mucho a leer; pero de manera natural la mayoría tampoco leería y a veces es gracias a que les obligas que algunos se enganchan a los libros", opina Núria Cot, profesora de lengua y literatura en el instituto Esteve Albert.
Lo que levanta más polémica es la forma en que se plantean esas lecturas. "A menudo el planteamiento es: 'Te doy un libro, te digo que has de leerlo, y te pregunto sobre él en el examen', y eso les hace aborrecerlo; en cambio, estas lecturas pueden ser una herramienta poderosa para involucrarlos en la literatura y que descubran cosas que no conocen", indica Vidal. Cuenta que ella organizó una 'webquest' (actividad de investigación a través de internet) sobre 'El Lazarillo de Tormes' en la que los alumnos tenían que escribir un pequeño episodio imitando el texto original. "No les planteé que debían leer obligatoriamente el libro, pero para hacer el episodio era imprescindible entender la novela e imitarla con humor; les encantó, se rieron, comprendieron la obra y se la apropiaron para hacer un trabajo creativo", resume.
Cot reconoce que examinar de las lecturas de la ESO y ofrecer un único libro para todos puede ser contraproducente para cautivar a los alumnos, pero ve difícil hacerlo de otro modo y controlar qué han leído. Sin embargo, cada vez son más los profesores que se suman a la corriente de lectura sin exámenes, lo que permite ofrecer una lista abierta de libros para diferentes gustos. Lourdes Domenech dice que en lugar de un examen propone actividades creativas, tertulias, foros de lectura on line y puntúa la actitud.
viernes, 5 de septiembre de 2014
¿Solo para genios?
Me lo acaba de enviar al correo un antiguo alumno y no me parece excesivamente difícil, pero puede estar bien para pasar un ratillo... Además así aprovecho para recuperar una vieja tradición en el blog.
sábado, 30 de agosto de 2014
De mayor quiero ser pequeño
15 días en agosto ha sido creado por Edu Glez que se ha encargado del guión, la dirección, el montaje, la producción e incluso las ilustraciones. La voz en off de un niño de 5 años nos recuerda algunas cosas importantes que los mayores olvidamos con cierta facilidad...
https://www.youtube.com/watch?v=brYtzu8aH0c
viernes, 29 de agosto de 2014
[Libros] El secreto del huevo azul, Catalina González Vilar
Título: El secreto del huevo azul.
Autora: Catalina González Vilar.
ISBN: 9788467554359
Editorial: SM (Barco de vapor naranja)
Número de páginas: 200.
Fecha de publicación: Marzo 2012.
Precio: 7,51€ (tapa blanda), 5,22 euros (formato digital Kindle), 5,22 euros (formato epub).
Sinopsis: En el castillo de Dadrev ha aparecido un huevo azul. Habrá que esperar a que se abra para descubrir qué secreto guarda en su interior. Pero cuando la cáscara se rompe... no hay nadie delante. Rolav, el pequeño príncipe, no sabe qué hacer. Había prometido vigilarlo y ahora va a defraudar a todo el mundo, así que inventa una excusa y promete enseñarles el animal al día siguiente. Ahora solo queda lo más fácil: viajar al País de las Mentiras en busca de la extraordinaria lagartija que ha imaginado. Eso, o decir la verdad.
Opinión personal: El secreto del huevo azul, Premio Barco de Vapor 2012, es un magnífico cuento sobre un mundo en el que las mentiras se hacen realidad. Un libro inteligente, ameno y divertido que nos trae una clásica historia de aventuras con la que seguro disfrutarán los más pequeños cuando aparezcan las exageraciones, los rumores, los yonohesidos, y demás personajes.
Un libro muy bien construido en el que la autora además nos hará reflexionar sobre el dilema tan frecuente de enfrentarse a la realidad y decir la verdad o seguir viviendo angustiados por nuestras propias mentiras y contradicciones. Así que estamos ante un libro infantil en el que los mayores nos podemos ver muy bien reflejados. Mucho me han gustado también los anagramas en los nombres de los protagonistas.
Verdades y mentiras pero con la libertad de hacer en cada momento lo que queramos. Nuestra es la decisión.
Por cierto, no quería dejar de citar las magníficas ilustraciones de Tomás Hijo siempre en perfecta consonancia con el texto. Un libro muy, muy recomendable.
Aquí os dejo el booktrailer del libro, así como un enlace, ofrecido por la editorial, al primer capítulo:
https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=JS_oi1yOG3w
martes, 26 de agosto de 2014
Nada como el hogar para amueblarnos la cabeza
https://www.youtube.com/watch?v=lKgpjmyXjNg
Un anuncio que parte de las noticias de la televisión, cuando el locutor comenta algo de sobra conocido: “Dicen que nuestros hijos son lo que ven –afirma el presentador–, pero los últimos estudios revelan que por encima de la escuela, la calle o incluso la televisión, lo que más les influye y les marca para el futuro es lo que ven… en su propia casa”.
Y así, mostrando distintas imágenes en las que se pone de manifiesto el mal ejemplo que damos a nuestros hijos, añade unas cuantas preguntas de esas que hacen a uno sentirse mal: “¿Estaré alimentando a la bestia, en qué clase de ser se convertirá si el modelo a seguir es alguien incapaz de…?”. “Si se fija en mí, ¿será un tipo sociable? ¿y justo?, ¿o al menos cuidará un poco el planeta?, ¿podrá distinguir lo orgánico de lo otro?”.
Pero, cambio de plano y... “Pues, mira, sí, tenemos lo que hay que tener: amor del bueno, lo demás tiene fácil solución”.
Y es que ese amor del bueno tiene como ingrediente principal el ejemplo.
[Libros] Medianoche en la luna, Mary Pope Osborne
Después de leer y comentar los libros de Paula comienzo ahora con los de Celia (8 años, 3º de primaria). Si los de Paula me parecían acertados creo que la elección de Medianoche en la luna (uno de los libros de la serie La casa del árbol) no lo es tanto, y no por el libro en sí, que además me ha parecido bueno, sino porque cuando se elige un libro que forma parte de una serie creo que hay que ser cuidadoso porque puede darse la circunstancia de que en el libro aparezcan referencias a otras historias de la saga que pueden descolocar a alguno de los pequeños lectores a los que va dirigido. Ciertamente en el prólogo se habla de esas otras historias, pero como digo no termina de convencerme la elección.
Título: Medianoche en la luna.
Autora: Mary Pope Osborne.
Traductora: Macarena Salas.
ISBN: 9788467539813
Editorial: SM (Barco de vapor azul)
Número de páginas: 80.
Fecha de publicación: Abril 2002.
Precio: 7,12€ (tapa blanda),
Sinopsis: Jack y Annie prosiguen su búsqueda de los cuatro objetos que necesitan. A través de la casa del árbol comienzan una singular aventura en la que no faltarán el riesgo y la emoción. ¿A qué remoto lugar irán esta vez los dos hermanos? Una historia que pone de manifiesto la importancia del trabajo en equipo para superar toda clase de dificultades.
Opinión personal: No conocía ninguno de los libros de Mary Pope Osborne, y desconozco cómo serán otros libros de la escritora estadounidense, pero Medianoche en la luna me ha parecido además de entretenido bastante didáctico, aunque con ciertos matices con los que además creo que se debe ser más cuidadoso.
La forma en que está escrita la historia resulta amena, con mucho diálogo y frases cortas y fáciles de entender. Además, algo que creo importante en los libros para estas edades, las ilustraciones ayudan bastante.
Del libro me quedo con la forma tan didáctica de explicar algunos conceptos, como la gravedad, la falta de viento o lluvia en la luna, el por qué las huellas quedan allí para siempre..., aunque ciertamente hay algún desliz importante que la autora debería haber cuidado, como decir que la ausencia de la gravedad en la base lunar sólo se da fuera de ella y no dentro.