Estimada Acipa:
Este fin de semana aparecía publicada en El Espejo la carta que envío Pilar Quintana a sus compañeros solicitando la baja del partido, porque aunque hubo algún rumor que señalaba que Quintana había sido expulsada e incluso algún advenedizo se arrogó su marcha como un éxito propio, lo cierto es que ha sido ella quien ha decidido cuándo y cómo poner el punto y final.
A nadie escapa que Acipa lleva unos meses a la deriva, desde el mes de mayo cuando los resultados, sin ser malos, fueron bastante peores de lo esperado. Pienso que desde ese momento no se ha actuado con coherencia, se daba un paso adelante y dos atrás. Pilar Quintana se iba pero no, el presidente Jesús Blasco no era capaz de convocar elecciones a la junta mostrando poca iniciativa y mucha inexperiencia, y así todo... Mientras tanto se produjeron deslealtades varias, cruces de mensajes con palabras altisonantes, y el descontento y el desánimo cundía entre sus afiliados.
Pasó el verano en un cierto compás de espera y lo que debiera haber sido un tiempo muy útil para una posible refundación, para aclarar las ideas, para definir si seguir en la misma línea de coherencia y trabajo o cambiarla por otra, para aclarar los conceptos, para afianzar el liderazgo de un portavoz sin don de gentes al que se le discute dentro y fuera, para que las nuevas caras fueran tomando contacto con la realidad política, finalmente fue sólo una perdida de tiempo que dejó las cosas igual que estaban si no peor.
Llegó entonces la convocatoria de elecciones a la junta directiva y se vio un partido dividido así que se optó por lo que no fue más que una solución de compromiso -posiblemente visto ahora, con perspectiva del tiempo pasado, la peor de todas-, unos de aquí, otros de allí, en definitiva un tótum revolútum en el que unos trabajaban y otros..., pues otros, ocupaban sitio porque otra cosa no parece. Y a los que pretendían dar un empujón al partido no se les permitió hacerlo, pero esto va colmando el vaso y al final el agua se sale o el vaso se rompe.
En la carta que Pilar envía a sus compañeros no hay medias tintas, es fiel a su estilo, se percibe bien a las claras que a Pilar le duele Acipa, porque Acipa es Pilar y Acipa no se entiende sin Pilar. Pilar da nombres y es inmisericorde con quién ella cree que lo merece, así dice textualmente en su carta: "Acipa tiene un portavoz (nombrado por mí) que no da la talla, abstenciones en el pleno, reuniones de las que no informa, falta de trabajo o de eficacia y eficiencia que suponen la misma falta de resultados. Hemos pasado de ser el partido que llevaba la voz cantante a ser seguidores de los recién aparecidos, se ha perdido la personalidad. Y si eso es fuera, no ha sido mejor dentro viendo como han ido presentando su baja gente que llevaba dando la cara por acipa desde hace años, pero les ha dado igual y digo les ha dado igual porque al Portavoz le sostienen Antonio Belmonte, Alejandro, Alberto, no voy a entrar en su interés o en su trabajo hasta ahora.
Por tanto no puedo estar en un partido, que fundé y en el que he trabajado 12 años y al que ahora veo dormitar, vaciarse, sin que parezca que se pueda hacer otra cosa.
No me siento identificada con su línea o mejor dicho con su falta de línea, se ha perdido el respeto de los adversarios, no se informa, no se hace Oposición por parte del Portavoz, porque debo decir que Paloma en 15 días ha hablado con más trabajadores municipales y se ha preocupado por más temas que el Portavoz en 4 meses, a pesar de las zancadillas y de que algunos la pidieran que no cogiera el acta, no se en base a qué y sin embargo al Portavoz no se le pida que abandone su acta."
Una carta que demuestra que las cosas dentro de Acipa están muy mal, lejos de solucionarse, pero curiosamente desde el partido no se dice nada al respecto, ayer mismo en una de las redes sociales más utilizadas, Facebook, el Heraldo de Aranjuez se preguntaba por la situación interna del partido. Debía ser una pregunta retórica porque parece más que evidente como andan las cosas allí.
Acipa sabe de dónde viene pero me temo, y así apuntan las evidencias, que no tiene nada claro a dónde va. En estos días el grupo municipal tendrá que nombrar a su cargo de confianza, la persona que dentro del grupo más dinero va a cobrar en esta legislatura, un tema que me consta tampoco está exento de polémica y presiones por unas partes y otras. Después, mucho me temo, seguiremos asistiendo a la lenta agonía de una Acipa que un día fue y hoy, mañana, dejará de ser.
¿Tiene solución esta deriva, este sin sentido al que algunos han llevado a Acipa? Me gustaría decir que sí, porque creo que es necesario un partido como Acipa en la corporación municipal, igual que veo necesarios a Aranjuez Ahora, a Inpar o a Ciudadanos, pero por algún motivo no termino de vislumbrar siquiera cual sería el camino que deben tomar, quizás sobren intereses personales, egos elevados a la enésima potencia e intereses ocultos, Acipa se ha ido desangrando poco a poco, perdiendo afiliados y simpatizantes y mucho me temo que esto no es más que el comienzo.
Atentamente
JL
martes, 17 de noviembre de 2015
Carta abierta a... Acipa
Llevo tiempo sin publicar una de mis cartas y hoy, antes de empezar a redactar esta, he dudado si mantener el nombre de carta abierta o cambiarlo por algo más apropiado, se me ocurría el de Certificado de Defunción o algo por el estilo... ¡Vaya título dirá alguno!, pero es lo que hay.
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