martes, 16 de marzo de 2021

Una caja de palomitas para seguir viendo lo que pasa en Madrid

 Fue una sorpresa, nadie lo puede negar. Cada uno ahora podremos pensar, considerar, criticar lo que queramos, pero ayer Pablo Iglesias tuvo su día de gloria, portada en todos los informativos, en boca de todo el mundo pero ¿que ocurrirá mañana y pasado y al otro? ¿seguirá en el candelero o pasará a estar en el candelabro como decía la otra? Si desde su partido se decía que Illa debía dejar el gobierno ya e irse porque no estaba bien actuar como candidato a la vez que ministro podría estar bien que él hiciera lo mismo...

Opiniones hay para todos los gustos, los que justifican que el personaje nunca ha pensado en sillones sino en parar a la derecha y la ultraderecha, eso de la alerta antifascista, que por cierto cuanto más la menta mejores resultados obtiene y las pruebas me remito. Otros piensan que es un movimiento desesperado para salvar a Unidas Podemos que si desapareciera en Madrid (como ya hizo en Galicia) podría ver su futuro más negro todavía, aunque hay que reconocer que es un sapo que hay que tragar porque por ejemplo Alberto Garzón no terminó de verlo claro y dijo que naranjas de la China. Puede llamar la atención pero tengo la sensación de que en Vox dan palmas con las orejas, Iglesias no les va a quitar un sólo voto, pero movilizar a los suyos eso sí que sí. Iglesias es conocido, tiene imagen, pero genera filias y fobias, y estoy por decir que en Madrid más de las segundas que de las primeras, incluso entre los suyos. Alguno pensará también que la irrupción del macho alfa no es más que un ataque directo a la yugular de su antiguo socio Iñigo Errejón, y es que hay que reconocer que Mónica García se estaba convirtiendo si no lo había hecho ya en la auténtica cara de la oposición en Madrid. Con unos más que aceptables resultados en las últimas autonómicas y, aprovechando la poca relevancia de Gabilondo, era la imagen de la oposición más reconocible aunque demasiado desconocida aunque suene raro, y además en mi opinión no lo ha hecho mal. ¿Aceptar ahora a Iglesias liderando una candidatura común? Creo que eso supondría la desaparición definitiva de Más España, Más Madrid... De hecho a la hora de escribir estas líneas ya han rechazado esa candidatura común, ahora tendrán que justificar los motivos, que evidentemente los hay y se conocen. Y esa es o era la apuesta de Pablo, eliminar al que le puede hacer sombra. Ahora bien, ¿qué ocurriría si le dicen vamos juntos pero puedes ir en la lista a partir del número tres por poner un número? Vistos los resultados de las últimas elecciones autonómicas podría considerarse hasta un regalo. Regalo envenenado que evidentemente no iba a aceptar Pablo. 

No sé si para el PSOE es bueno, malo o regular. Gabilondo obtuvo una meritoria victoria en las últimas autonómicas, su forma de hacer (o no hacer) oposición puede gustar más o menos, pero al final su imagen se diluye porque hay muchos a su alrededor (de su propio partido) que hacen y dictan lo que tiene que hacer (Franco, Cepeda, Simancas...). Es posible que pueda rascar algún voto de aquellos que hace un par de años votaron a Ciudadanos, pero tiene un problema, un gran problema y es que en Madrid posiblemente se hubiera valorado que en el algún momento hubiera salido y hubiera dicho que ya estaba bien de atacar a Madrid porque sí. Fríamente hay que aceptar que muchas de las propuestas del gobierno de Madrid primero recibieron un no, y al final se llevaron a cabo, una detrás de otra, quizás porque no estaban tan descaminadas o porque simplemente no eran peores que otras que sí se decidieron llevar adelante. El gran problema de Gabilondo es que ha puesto siempre por delante a su partido que a la Comunidad de Madrid y los madrileños. Díaz Ayuso en cambio no ha tenido problema en enfrentarse a los suyos, en ir contracorriente, y en decir (o vender) que ponía por delante a Madrid antes que a su propio partido. Ojo, que puede haber gente que lo valore y lo tenga en cuenta. Ayuso no es el PP y eso a día de hoy puede ser hasta beneficioso para ella.

Y mientras ella, que también genera filias y fobias, se sigue haciendo más fuerte. Su última frase cuando anunció el adelanto de las elecciones, "socialismo o libertad" se ha convertido en el eslogan de su campaña, desde enfrente salieron a recriminarle a decir que es socialismo es libertad, pero la frase había quedado ahí, y además ahora llega y dice que lo cambia por "comunismo o libertad" con lo que vuelve a moverlo aún más, ningunea a los socialistas que probablemente eran la oposición más fuerte y que no olvidemos ganaron las anteriores elecciones, y hasta camisetas he visto ya con la frase... Su guiño diciendo además al resto de España que ha conseguido librarla de Pablo Iglesias en el gobierno también ha triunfado, no nos engañemos, y a día de hoy creo que es la que mejor lo está haciendo en esta precampaña.

¿Ciudadanos? ¿quiénes eran esos?  

Seguiremos hablando porque esto va a dar mucho juego, hay que ver la que han liado las mariposas murcianas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario