Hoy tocó hablar de los teléfonos móviles, de su utilidad, que evidentemente la tienen, pero también de los peligros que puede acarrear su mal uso. Hablamos del sexting, del ciberbullying, del grooming... (el enlace lleva al blog que creamos el año pasado en el curso de redes sociales que dio el Ampa en el colegio). Y una vez más quedó patente que debemos ser un ejemplo para los chavales, no podemos decirles que hagan determinadas cosas si luego nosotros actuamos de modo diferente. ¿Qué sentido tiene que les digamos que no compartan el lugar donde se encuentran si luego vamos nosotros tuiteando dónde estamos?
Durante la charla recordé algo que repite en muchas ocasiones el juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, y es que antes el móvil que ya no valía o era viejo iba para el niño, y ahora es al revés, el móvil nuevo de última generación lo tiene el niño y son los papás los que tienen el viejo. ¿Realmente lo necesitan?
Creo que todos estamos de acuerdo en que para evitar todo este tipo de problemas no hay fórmulas mágicas y personalmente creo que todo pasa por usar el sentido común -que desgraciadamente y visto lo visto parece el menos común de los sentidos-, y estar informados. Siempre se oye lo de los nativos digitales, pero no, a mi no me parece que sean nativos digitales sino más bien huérfanos digitales y ahí los culpables somos nosotros, los padres.
Como colofón un vídeo que nos han puesto como deberes ;)
http://youtu.be/iiTXEFKLbmE