No suelo hablar de política aquí en el blog, y no porque no sea un tema interesante, sino más bien porque por desgracia se ha convertido en una tema que lo único que genera es polémica y discusiones. Pero con la muerte de Adolfo Suárez no quiero dejar de señalar algunas ideas que me han llamado la atención estos últimos días, desde que su hijo anunció el inminente desenlace.
Ayer, escuchando la radio, me resultaba curioso que la gente anónima que iba a darle su último adiós a la capilla ardiente instalada en el Congreso de los Diputados, señalara por encima de todo dos aspectos fundamentales en el recuerdo que guardaban de Adolfo Suárez, uno primero que señalaban bastantes personas era que buscaba la unidad y el consenso, y el otro, que además fue el que más me llamó la atención y el que más se repetía, fue que la gente hablara de Suárez como una persona honrada y honesta. Pero personas honradas y honestas se mueren todos los días.
¿A qué profundos sótanos de indignidad política habremos llegado para que las virtudes más recordadas y señaladas de un personaje político sean la honradez y la honestidad? ¿No es triste? La honradez y la honestidad. En principio son dos valores que se les deberían suponer a todos los que se dedican a esto de la política, pero mi sensación, y creo que el sentir general, es muy distinta. Posiblemente de Suárez ahora se vaya a hacer un icono o un mito, serán muchos (algunos ya han empezado) los que quieran hacer suya esa imagen de Suárez, pero si los políticos que tenemos ahora y que, no olvidemos, hemos puesto nosotros ahí, tuvieran un mínimo de decencia todo esto que ha sucedido en los últimos días debería servirles para recapacitar -y a más de uno para aprender a conjugar la primera persona del presente o del futuro del verbo dimitir-. ¿Alguno de ellos se habrá planteado por qué los ciudadanos recalcamos lo de la honradez y la honestidad? Quizás porque cuando Suárez se fue del primer plano no entró en el consejo de administración de una eléctrica, o un banco, o un gran grupo periodístico. Hoy un político que se precie, y lo digo en modo irónico, no es nada si no aspira a estar en el consejo de administración de algún gran grupo empresarial cuando deja el mundo de la política.
De Suárez se podrán decir cosas mejores y cosas peores, no hay duda. En los años, difíciles, en los que gobernó, yo era un niño y apenas me quedan algunos recuerdos sueltos pero sí tengo la sensación de que con sus aciertos y sus errores en aquella época había una mayor sensación de alegría en el mundo de la política. Una sensación que entre unos y otros nos han ido quitando. Da pena, mucha pena, ver como estos mediocres que hoy nos gobiernan sólo aspiran a enfrentarnos aún más.
Ya se levantan voces poniéndonos sobreaviso de lo que puede llegar en las próximas elecciones europeas del mes de mayo, mucha abstención, fuerte castigo a los dos partidos principales, miedo a que surja algún iluminado que arrastre a desencantados por ambos lados, pero aún así ellos intentarán defender unas siglas rancias que todavía engañan a algunos, nos hablarán de lo malo que es una dispersión del voto, y si un día pasa eso pactarán olvidando sus enormes diferencias que no esconden más que grandes similitudes y apelando al espíritu de la transición o a la figura de Suárez llegarán a acuerdos para seguir repartiéndose el pastel.
martes, 25 de marzo de 2014
lunes, 24 de marzo de 2014
Mis zapatos
Uno de esos vídeos para ver en casa, o en clase, para hablar, pensar, debatir...
https://www.youtube.com/watch?v=92g1AK2Ga8Q
https://www.youtube.com/watch?v=92g1AK2Ga8Q
viernes, 21 de marzo de 2014
Día Mundial de la Poesía
Esta mañana en clase, Reme, mi profesora de matemáticas nos ha dicho que hoy se celebraba el Día Mundial de la Poesía y nos ha pedido que buscáramos alguna poesía sobre las matemáticas.
En clase nos ha leído una poesía que ella había encontrado. Yo he buscado en Internet y he encontrado una página que tiene muchas poesías.
A mi me ha gustado una que se titula La tabla de multiplicar, de Miguel de Unamuno, dice así:
En clase nos ha leído una poesía que ella había encontrado. Yo he buscado en Internet y he encontrado una página que tiene muchas poesías.
A mi me ha gustado una que se titula La tabla de multiplicar, de Miguel de Unamuno, dice así:
2 x 2 son 4,
2 x 3 son 6,
¡ay que corta vida
la que nos hacéis!.3 x 3 son 9,
2 x 5 10,
¿volverá a la rueda
la que fue niñez?.6 x 3 18,
10 x 10 son 100.
¡Dios! ¡No dura nada
nuestro pobre bien!Infinito y cero,
¡la fuente y el mar!.
¡Cantemos la tabla
de multiplicar!
miércoles, 19 de marzo de 2014
¡Feliz día del padre!
Los deberes escolares
Ayer publicaba Pedro Simón un artículo en su blog de El Mundo, titulado Contra los deberes que ha tenido una amplia repercusión en las redes sociales ya que es un asunto que a muchas familias nos toca muy de cerca.
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No pasa curso en el que en un momento u otro salte a la palestra el tema de los tan traídos y llevados deberes escolares. Aparecen los defensores a ultranza de los mismos pero con la misma intensidad surgen los talibanes de lo contrario. Y así, unos y otros se escudan en sesudos estudios científicos de dudosa validez para defender sus posturas.
Hace un par de años apareció publicado en El País un reportaje Rebelión contra los deberes para casa en el que se nos hablaba de una posible convocatoria de huelga contra los deberes en Francia por parte de una asociación de padres. Decían estos padres que los deberes no sirven para nada, son antipedagógicos, causan tensiones en la familia obligando a los padres a ejercer de profesores, alargan innecesariamente la jornada de seis horas diarias, impiden a los niños dedicar el tiempo a la lectura, y aumentan las desigualdades entre los alumnos que pueden beneficiarse de la ayuda de su familia y los que no.
En España Ceapa (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos) se planteaba promover una iniciativa similar y era muy crítica con los deberes porque consideraba que en los últimos años se estaba incrementado el tiempo que los menores tenían que dedicar en casa a la realización de tareas escolares lo que para ellos era una muestra de que la escuela no responde adecuadamente a las necesidades educativas.
Los defensores de las tareas escolares, como la Concapa (Confederación Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos), consideraban por su parte que los deberes diarios contribuyen a crear un hábito de trabajo, de orden y de superación en el que la familia también debe implicarse estimulando el aprendizaje junto al colegio.
Pienso que, como casi siempre, en el punto medio está la virtud. Unos deberes que sirvan para afianzar lo aprendido en el colegio no pueden ser considerados malos, otra cosa es que la realización de esos deberes suponga horas y horas, pero mi sensación es que esto no es lo habitual. Evidentemente unos niños tardarán más que otros en realizarlos, y quizás no sería mala idea que los deberes fueran personalizados para cada alumno, dependiendo de sus circunstancias. Es verdad que en los tiempos actuales se podría cambiar la idea que tenemos de deberes y dejar un poco de lado el lápiz y papel para trabajar en casa con las nuevas tecnologías con lo que además de mostrar su lado bueno, que evidentemente lo tienen, posiblemente harían las tareas mucho más llevaderas para los chavales.
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No pasa curso en el que en un momento u otro salte a la palestra el tema de los tan traídos y llevados deberes escolares. Aparecen los defensores a ultranza de los mismos pero con la misma intensidad surgen los talibanes de lo contrario. Y así, unos y otros se escudan en sesudos estudios científicos de dudosa validez para defender sus posturas.
Hace un par de años apareció publicado en El País un reportaje Rebelión contra los deberes para casa en el que se nos hablaba de una posible convocatoria de huelga contra los deberes en Francia por parte de una asociación de padres. Decían estos padres que los deberes no sirven para nada, son antipedagógicos, causan tensiones en la familia obligando a los padres a ejercer de profesores, alargan innecesariamente la jornada de seis horas diarias, impiden a los niños dedicar el tiempo a la lectura, y aumentan las desigualdades entre los alumnos que pueden beneficiarse de la ayuda de su familia y los que no.
En España Ceapa (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos) se planteaba promover una iniciativa similar y era muy crítica con los deberes porque consideraba que en los últimos años se estaba incrementado el tiempo que los menores tenían que dedicar en casa a la realización de tareas escolares lo que para ellos era una muestra de que la escuela no responde adecuadamente a las necesidades educativas.
Los defensores de las tareas escolares, como la Concapa (Confederación Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos), consideraban por su parte que los deberes diarios contribuyen a crear un hábito de trabajo, de orden y de superación en el que la familia también debe implicarse estimulando el aprendizaje junto al colegio.
Pienso que, como casi siempre, en el punto medio está la virtud. Unos deberes que sirvan para afianzar lo aprendido en el colegio no pueden ser considerados malos, otra cosa es que la realización de esos deberes suponga horas y horas, pero mi sensación es que esto no es lo habitual. Evidentemente unos niños tardarán más que otros en realizarlos, y quizás no sería mala idea que los deberes fueran personalizados para cada alumno, dependiendo de sus circunstancias. Es verdad que en los tiempos actuales se podría cambiar la idea que tenemos de deberes y dejar un poco de lado el lápiz y papel para trabajar en casa con las nuevas tecnologías con lo que además de mostrar su lado bueno, que evidentemente lo tienen, posiblemente harían las tareas mucho más llevaderas para los chavales.
lunes, 17 de marzo de 2014
[Libros] La solterona, Edith Wharton
Otro de esos libros a los que llegué gracias a las ofertas Kindle Flash, en este caso por sólo 1,89 euros. Además vi que detrás andaba la editorial Impedimenta (Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008) que siempre pone un cuidado especial en sus libros y eso hacía la compra casi obligatoria.
Título: La solterona.
Autora: Edith Wharton.
Traductora: Lale González-Cotta (autora también del postfacio)
ISBN: 978-84-15578-73-4
Editorial: Impedimenta.
Número de páginas: 144.
Fecha de publicación: Julio 2013 (esta edición).
Precio: 17,05 (tapa blanda), 5,69 euros (formato digital Kindle), 5,99 euros en formato epub.
Sinopsis: En 1850 la alta burguesía neoyorquina disfruta de una desentendida prosperidad. Delia, «reina» del endogámico clan de los Ralston, ultima los detalles de su vestuario para brillar en el acontecimiento social del año: el enlace de su prima Charlotte Lovell con Joe Ralston, que además sellará una alianza entre las dos familias hegemónicas de Nueva York. Cuando nada parece poder desbaratar tan idílico porvenir, una desquiciada Charlotte irrumpe en casa de Delia para desvelarle un secreto que alterará para siempre la placidez de sus vidas y que, de saberse, tumbaría los códigos éticos de los que ambas se han venido nutriendo. Los destinos de Charlotte y Delia quedan trágicamente atados bajo la inviolabilidad del secreto que comparten, consolidándose entre ambas una tormentosa relación en la que convergerán los celos, la compasión, el amor filial y la suspicacia.
La solterona es de esos libros que hay que leer teniendo muy claro el contexto y la situación en los que fueron escritos porque en caso contrario, si perdemos esa perspectiva, no podremos terminar de entender la historia que hay detrás.
Dicho esto no quiero dejar de señalar que en determinados momentos el libro me recordó alguna de las historias de Jane Austen y aunque hayan pasado casi 100 años desde que se escribió sigue teniendo una cierta vigencia.
Las convenciones sociales, el qué dirán, juega un papel importantísimo en la historia y la crítica que subyace no deja indiferente. Una sociedad que no mide a hombres y mujeres por el mismo rasero y donde la "contención social" es fundamental. El libro nos muestra un retrato realista, desagradable en ocasiones, sobre determinados típicos y tópicos derivados de la condición femenina, de la posición social o de la vida conyugal. Es lo que hay, parece decir.
Un libro escrito con sencillez pero con una crítica afilada a la soltería, a la vida de casada y también a una maternidad entendida de un modo muy distinto al que contemplamos un siglo después.
Recomendable.
Título: La solterona.
Autora: Edith Wharton.
Traductora: Lale González-Cotta (autora también del postfacio)
ISBN: 978-84-15578-73-4
Editorial: Impedimenta.
Número de páginas: 144.
Fecha de publicación: Julio 2013 (esta edición).
Precio: 17,05 (tapa blanda), 5,69 euros (formato digital Kindle), 5,99 euros en formato epub.
Sinopsis: En 1850 la alta burguesía neoyorquina disfruta de una desentendida prosperidad. Delia, «reina» del endogámico clan de los Ralston, ultima los detalles de su vestuario para brillar en el acontecimiento social del año: el enlace de su prima Charlotte Lovell con Joe Ralston, que además sellará una alianza entre las dos familias hegemónicas de Nueva York. Cuando nada parece poder desbaratar tan idílico porvenir, una desquiciada Charlotte irrumpe en casa de Delia para desvelarle un secreto que alterará para siempre la placidez de sus vidas y que, de saberse, tumbaría los códigos éticos de los que ambas se han venido nutriendo. Los destinos de Charlotte y Delia quedan trágicamente atados bajo la inviolabilidad del secreto que comparten, consolidándose entre ambas una tormentosa relación en la que convergerán los celos, la compasión, el amor filial y la suspicacia.
La solterona es de esos libros que hay que leer teniendo muy claro el contexto y la situación en los que fueron escritos porque en caso contrario, si perdemos esa perspectiva, no podremos terminar de entender la historia que hay detrás.
Dicho esto no quiero dejar de señalar que en determinados momentos el libro me recordó alguna de las historias de Jane Austen y aunque hayan pasado casi 100 años desde que se escribió sigue teniendo una cierta vigencia.
Las convenciones sociales, el qué dirán, juega un papel importantísimo en la historia y la crítica que subyace no deja indiferente. Una sociedad que no mide a hombres y mujeres por el mismo rasero y donde la "contención social" es fundamental. El libro nos muestra un retrato realista, desagradable en ocasiones, sobre determinados típicos y tópicos derivados de la condición femenina, de la posición social o de la vida conyugal. Es lo que hay, parece decir.
Un libro escrito con sencillez pero con una crítica afilada a la soltería, a la vida de casada y también a una maternidad entendida de un modo muy distinto al que contemplamos un siglo después.
Recomendable.
domingo, 16 de marzo de 2014
En el cine viendo Mr. Peabody&Sherman
La semana pasada fuimos al cine con mis primos Victoria y Juan a ver la película Mr. Peabody&Sherman.
Esta película trata de un perro, Mr. Peabody, que adopta a un niño llamado Sherman. Mr. Peabody es un genio y para que su hijo aprenda historia construye una máquina del tiempo llamada "el vuelta atrás", que les sirve para viajar al pasado.
El primer día de colegio de Sherman conoce a una niña que lo único que hace es chincharle y Sherman se enfada y la muerde, entonces empiezan los problemas porque una señora quiere quitarle la custodia al señor Peabody. Entonces Peabody decide quedar a cenar con los padres de la niña antes de que llegue la señora para que los dos niños estrechen lazos, pero Sherman le cuenta lo de el vuelta atrás y viajan en el tiempo, aunque tienen algunos problemas porque la niña se queda en el antiguo Egipto y Sherman vuelve a su época para pedir al Señor Peabody que le ayude. Entonces vuelven a viajar a Egipto, a Troya, al Renacimiento donde están con Leonardo da Vinci y la Monalissa.
Al final poco a poco se van solucionando los problemas aunque todos los personajes terminan reunidos en Nueva York.
Fue una película muy divertida y me gustó mucho.
Aquí os dejamos el trailer de la película:
http://www.youtube.com/watch?v=9IWk0WbZsMA
Esta película trata de un perro, Mr. Peabody, que adopta a un niño llamado Sherman. Mr. Peabody es un genio y para que su hijo aprenda historia construye una máquina del tiempo llamada "el vuelta atrás", que les sirve para viajar al pasado.
El primer día de colegio de Sherman conoce a una niña que lo único que hace es chincharle y Sherman se enfada y la muerde, entonces empiezan los problemas porque una señora quiere quitarle la custodia al señor Peabody. Entonces Peabody decide quedar a cenar con los padres de la niña antes de que llegue la señora para que los dos niños estrechen lazos, pero Sherman le cuenta lo de el vuelta atrás y viajan en el tiempo, aunque tienen algunos problemas porque la niña se queda en el antiguo Egipto y Sherman vuelve a su época para pedir al Señor Peabody que le ayude. Entonces vuelven a viajar a Egipto, a Troya, al Renacimiento donde están con Leonardo da Vinci y la Monalissa.
Al final poco a poco se van solucionando los problemas aunque todos los personajes terminan reunidos en Nueva York.
Fue una película muy divertida y me gustó mucho.
Aquí os dejamos el trailer de la película:
http://www.youtube.com/watch?v=9IWk0WbZsMA
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