martes, 8 de febrero de 2022

El compromiso en el deporte base..., y en la vida diaria

 


En el deporte de base uno se encuentra con equipos en los que brilla el talento por todas partes, son los menos, y luego hay equipos en los que hay chicos y chicas trabajadores. Algunos entrenadores preferirán a los primeros, posiblemente es más fácil alcanzar el "éxito" (nótese el entrecomillado) con esos equipos, pero creo no equivocarme si aseguro que la mayoría optaría por los segundos. Equipos en los que, por encima de todo, tienen que primar el compromiso, la humildad y la constancia

Muy posiblemente en los primeros equipos de los que hablaba todo se centre en trabajar lo técnico y lo táctico, pero soy de los que piensan que en estas edades de formación lo fundamental es que los jugadores adquieran hábitos y valores que además se van a llevar y van a poder aplicar en su vida cotidiana. 

También en los deportes individuales, pero cuando se habla de deportes de equipo, creo que nada es tan importante como el COMPROMISO. Compromiso con uno mismo, con el resto de compañeros, con los entrenadores, con el club. Compromiso con mayúsculas. Cuando se trabaja en equipo se hace necesario e imprescindible llevar al máximo la aportación de todos y cada uno de los miembros de ese equipo. Todos, del primero al último, y del último al primero, son fundamentales para mejorar individual y colectivamente. 

Es muy fácil decir "hoy no entreno", o lo que es todavía peor, ni siquiera decirlo y no presentarse al entrenamiento. ¿Y qué decir cuando se deja un equipo colgado a mitad de temporada? Desconozco hasta que punto son conscientes del perjuicio que se están causando ellos mismos, y del perjuicio que están causando a sus compañeros. Cuando uno se compromete con un equipo la ausencia en los entrenamientos perjudica a todos los miembros del equipo y es que resulta evidente que la aportación de cada uno mejora a todos. 

Es necesario también tener humildad, aceptar las limitaciones que cada uno tenemos e intentar mejorar en la medida de nuestras posibilidades. Seguro que si así lo hacemos nuestro trabajo será muy bien valorado. 

Hablaba también de la constancia, no vale para nada el hoy sí, pero mañana no. Hoy sí, pero la semana que viene tengo exámenes y no puedo. Hoy sí, pero esta semana hace frío y me apetece quedarme en casa. 

Y no me quiero olvidar tampoco del papel que en todo esto juegan, o jugamos, los padres. No me vale eso de yo jugué al fútbol, o al baloncesto, o al voleibol y mi niño o mi niña también van a jugar al fútbol, al baloncesto o al voleibol, aunque a ellos no les guste. Flaco favor se les hace. 
Pero una vez que el niño o la niña, el chaval o la chavala, se ha comprometido con un equipo, hay que estar ahí con todas las consecuencias. Seguro que llegan momentos en los que toca animarles porque a lo mejor se pierde la motivación, porque los resultados no acompañan, porque a lo mejor no se congenia con ese entrenador, o porque simplemente hay un bache, y es ahí cuando el papel de los padres se hace fundamental, siempre y cuando los padres también tengan ese compromiso (lo cual es mucho suponer) porque a veces somos los peores, y ante la primera dificultad, vamos a proteger al polluelo y ponerle entre algodones. Luego llegan a la universidad y cuando sale mal un examen allá irán los papás y las mamás a quejarse al profesor, o acudirán a la entrevista de trabajo para ver que todo está bien. ¡¡Está pasando!!

Compromiso, que fácil decirlo y que difícil llevarlo adelante. Lo veo día tras día. Poco nos pasa. 

martes, 1 de febrero de 2022

Premio al anumérico del mes

Unas veces producen vergüenza, otras sonrojo, así que, supongo, lo mejor es tomárselo con humor. Desconozco como habrá llegado al cargo, si será cosa de la cuota, si será porque ha hecho de la política su forma de vida o qué otros motivos habrá, pero aunque no tengo pruebas tampoco tengo dudas de que por capacidad no ha sido. 

Se ha convertido en el hazmerreír de las redes sociales por sus finos cálculos matemáticos. El premio para la anumérica del día es para María Elena Muñoz Echeverría, concejala de desarrollo económico y empleo de Rivas Vaciamadrid. 

La cuenta ha sido eliminada, pero para los anales (tómese en el sentido que se prefiera la palabra) matemáticos y económicos queda su tuit: 

+5 -10 = +15 ¡¡Grande!!

He echado un vistazo a la web del Ayuntamiento de Rivas y he visto que la susodicha tiene un sueldo bruto de 55.134,10 lereles, lo que no está nada mal.

Mi propuesta como castigo por su barbaridad matemática es que cojamos su sueldo lo rebajemos un 10% y a continuación se lo aumentemos un 5%. Ella estará feliz y dará palmas con las orejas, sus conciudadanos también.

Según Elena Muñoz esto le va a suponer una subida del 15%, lo que traducido a euros serían 63404,22€ (una pequeña subida de 8270,12 euros al año).
Lo malo es que las tercas matemáticas dicen otra cosa, cuando le bajemos el sueldo un 10%, nos quedaríamos en 49620,69€. A continuación lo subimos un 5% y llegamos a 52101,72€ que sigue estando muy bien aunque 3032,38€ por debajo de lo que tenía inicialmente, así que nada de subida, más bien bajada. 

Y que los árboles no nos tapen el bosque, una caída del 10% y una subida del 5% al final suponen una caída del 5,5% . Salimos más fuertes que decía el otro.

miércoles, 26 de enero de 2022

Sobre el aumento en la demanda de clases particulares

La semana pasada pasada aparecía una noticia en el diario El Mundo en la que se decía que el 24% de los estudiantes recurre a clases particulares para completar su formación. Habría que matizar muchos datos, ¿qué edad tienen esos estudiantes?, ¿son de primaria, secundaria, bachillerato, universitarios, grados medios, superiores?...

A raíz de un tuit que publiqué comentando esa noticia se puso en contacto conmigo Paula Benito Martín, periodista de lasexta.com, porque quería hacer un reportaje a partir de esta noticia y estaban interesados en conocer la opinión de colegios y academias al respecto. 

Según un estudio realizado por Juan Manuel Moreno, analista de investigación del Centro de Políticas Económicas (EsadeEcPol) el gasto en "educación en la sombra" se ha triplicado en la última década y considera que lo que era un bien de lujo se está convirtiendo en un bien de primera necesidad (se entiende que en el sentido económico de la definición).

Aunque el porcentaje del 24% puede parecer elevado no deja de ser pequeño si se compara con países orientales (80% en Corea y casi el 90% en Japón) o incluso del resto de Europa.  

¿Por qué está aumentando la demanda de este tipo de servicios? Evidentemente sería falaz señalar una única causa. En mi opinión el principal motivo tiene que ver con el rendimiento escolar. El fracaso, la repetición de curso o las "expectativas" que se nos venden han hecho a muchas familias plantearse que ese refuerzo se hace necesario y en algunos casos casi imprescindible.
Por otra parte cunde la sensación de que la calidad de la enseñanza deja bastante que desear. Personalmente no creo que la calidad de la enseñanza en los colegios e institutos sea tan mala, más bien hay otros factores alrededor que nos hacen verlo así, como por ejemplo la politización de las leyes educativas, cuando llega uno cambia la que hizo el otro y así una y otra vez... Escucho en ocasiones las "excusas" (a veces bastante peregrinas) que dan los padres, no sería la primera vez que me dicen que la culpa única y exclusiva de que el niño no esté obteniendo los resultados esperados es del "ratio". Bien, es evidente que cuantos menos alumnos haya en el aula más personalizada va a ser la enseñanza, pero los que estudiábamos hace 30 años teníamos ratios mucho más altos que los de hoy. ¿No era un problema entonces?

Y no dejemos de lado la pandemia. De aquí íbamos a salir más fuertes y mejores, que decía Peter, pero la evidencia señala justo lo contrario. Y en la educación se ha salido, o se está saliendo muy tocados, más débiles y peores. No discutiré que se hizo un esfuerzo importante (algunos, que no todos) pero las cosas no se hicieron bien porque ni había medios, ni estábamos preparados. Se hizo simplemente lo que se pudo, que además fue poco, muy poco. 

No nos engañemos y digamos las cosas como son, durante esos meses se eliminaron exámenes, pruebas de evaluación, recuperaciones y como no podía ser menos las academias notamos una caída de la demanda brutal. Total si me van a aprobar haga o no haga ¿para qué voy a pagar una academia con la que está cayendo? Era perfectamente lógico y comprensible. 
Pero a la vuelta del verano las cosas comenzaron a cambiar, seguramente no sea representativo, pero personalmente me sorprendió muchísimo que empezaron a contactar conmigo multitud de padres que se dedicaban a la docencia, profesores que comenzaron a buscar para sus hijos esas clases de refuerzo,  de recuperación, llamenlo como prefieran. Nunca había tenido tantos hijos de profesores en la academia como en esos momentos. ¿Por qué? No es descabellado pensar que los profesores fueron los primeros en darse cuenta y ser conscientes de lo que había sucedido y de lo que iba a pasar muy pronto.
Digamos las cosas claras, no se habían dado todos los contenidos, muchos profesores se vieron obligados a ser tan flexibles que había que aprobar a todo el mundo, sin distinción, y evidentemente los alumnos pasaron de curso con unos conocimientos muy por debajo de lo que era habitual
No haber estudiado la revolución francesa en su momento puede ser fácilmente subsanable, no haber estudiado los límites o las derivadas y que al año siguiente te las den por sabidas es un grave problema. Y eso es lo que vivimos en las academias antes que en los colegios. Y por eso la gente empezó a correr buscando una solución a un problema mucho más serio de lo que parece. Alguien pensará esto que estoy leyendo son las cosas de un abuelo Cebolleta... Solo diré que nunca había visto tanta carencia  en los alumnos como estoy viendo en este último año y medio.

De siempre, no es nada nuevo, ha habido determinadas asignaturas que han necesitado un refuerzo, las matemáticas, la física o la química son el mejor ejemplo. ¿Es que son más difíciles? No, simplemente lo que sucede es que aquí no vale lo de "aprender", vomitar lo aprendido y olvidar como se hace con otras asignaturas, y esto en la pandemia ha explotado. Otro tema es ver si en las academias lo que se busca es refuerzo o ampliación. Mi experiencia me dice que las dos cosas: Hay gente que acude porque necesita aprobar y vienen con asignaturas suspensas y en general con carencias importantes y significativas. Pero también, cuando llega el mes de mayo, hay una demanda importante de alumnos que prefieren preparar la EVAU en una academia antes que en el colegio, buscan algo más personalizado, distinto a lo que le ofrecen en su instituto porque en muchos casos no cubre, ni con mucho, sus necesidades. 

Es esta de la educación, y las clases particulares o de refuerzo en particular, un tema que da para hablar largo y tendido. No hay una verdad absoluta sino que cada cual lo cuenta según le va. 

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Preguntas y respuestas

¿Cuánto va a tardar el ínclito Sánchez en recular sobre la impopular e inútil medida que acaba de anunciar con la que vuelve a obligar al uso de mascarillas en exteriores? Poco, ya verán ustedes. 

¿Cuánto van a tardar sus aliados de Podemos en el gobierno de ponerle en un brete para que rectifique? Un poco menos. 

¿Los otros ínclitos, los del PP, están de acuerdo con la medida? Que sí, que era propuesta de Feijoo, Moreno Bonilla, Mañueco... Estos es que son impopulares e inútiles a partes iguales. 

¿Cómo ha sido posible poner a todo el mundo de acuerdo por una vez?  Haciendo que parece que hace pero sin hacer (una vez más). 

¿En qué consejo asesor de expertos se ha basado para tomar esta medida? En los mismos que le asesoraban antes.

¿Ha llegado el momento de plantarse y decir hasta aquí hemos llegado? Sí. 

¿Esta vez los palmeros del presidente se van a atrever a darle la razón con esta medida o les da vergüenza hacerlo? Les da vergüenza

¿Nos apostamos algo a que en el próximo estudio del CIS Tezanos nos dice que 11 de cada 4 españoles está de acuerdo con la medida? Es más probable que el CIS diga eso a que a usted le haya tocado hoy la lotería. 




martes, 9 de noviembre de 2021

Yo fui a EGB y hoy siguen yendo...

En la página de Yo fui a EGB se pueden encontrar algunas "reliquias" que seguramente a muchos nos arrancan más de una sonrisa y es que evidentemente no es para menos.

Hace unas semanas llegué a una entrada en la que recogían los "castigos" que se sufrían en los años 70 y 80 del siglo pasado.  Reconozco que a mí en el cole apenas me castigaron (supongo que no daba motivos para ello) pero si recuerdo algunos de los castigos que sufrían los compañeros, lo de poner las orejas de burro yo nunca lo he visto, pero lo de estar castigado mirando contra la pared eso sí, muchas veces, incluso de rodillas, aunque no sujetando libros, lo de copiar 100 veces a algún compañero también le tocó en alguna ocasión, el reglazo también (y alguno me tuve que llevar yo, aunque pocos), y por supuesto capones también se repartían por mi clase a menudo, alguno con mala, pero mala leche de verdad. 

Eran otros tiempos y lo que ahora puede parecer una barbaridad era el pan nuestro de cada día. ¿O es que ya nadie recuerda a su profesor fumando un cigarrillo tras otro en clase? Inimaginable hoy, y habitual hace 30, 40 o 50 años.


Hoy las cosas han cambiado en la escuela, iba a decir que para bien, pero no lo diré por si acaso. Hoy ya no se lleva eso tan cruel de poner a un niño mirando a la pared, ahora somos más de inteligencias múltiples, de rutinas de pensamiento y cosas de estas que tan bien nos suenan, aunque de vez en cuando volvemos a las viejas esencias y apostamos por los mismos castigos de entonces, y si se los ponemos a toda la clase, mejor que mejor. No sé, pero cuando veo que cuarenta o cincuenta años más tarde, seguimos haciendo copiar una frase veinte veces (eso sí, en inglés, para mejorar el bilingüismo) me pregunto cuánto hemos avanzado o cuánto hemos dejado de avanzar. Pedagógico, lo que se dice pedagógico no parece, pero entretenidos los tenemos un rato. 

jueves, 4 de noviembre de 2021

En el día internacional contra el acoso y la violencia escolar...


 En el día internacional contra el acoso y la violencia escolar vuelvo a traer al blog un artículo que publiqué en el Semanario Más hace ya casi seis años. 



Acoso escolar: ¿Por qué?

Porque eres negro, o mulato, o blanco. Porque eres musulmana, o atea, o católica. Porque estás gordo, o delgado. Porque eres bajita, o alta. Porque eres feo o porque eres demasiado guapo. Porque llevas gafas, o lentillas o porque no las llevas. Porque sacas mejores notas que yo, o peores, o iguales. Porque viniste de otro país, o de otro pueblo, o eres mi vecino de toda la vida. Porque tienes los ojos rasgados, o porque los tienes igual que yo. Porque eres tímida y callada, o porque eres extrovertida y habladora. Porque eres homosexual, o transexual o heterosexual. Porque eres del Barça, o del Madrid, o del Atlético, o porque no te gusta el fútbol. Porque llevas el pelo largo, o tienes rastas o te afeitas la cabeza. Porque no me gusta la ropa que traes al colegio o porque me gusta demasiado. Porque tu padre es profesor, o bombero, o periodista, o político. Porque un día me miraste mal en el recreo o porque ayer no me miraste cuando pasé a tu lado. Porque te gusta leer poesía, o ciencia-ficción o porque no has cogido un libro en tu vida. Porque eres la peor en Educación Física o porque eres la mejor en todos los deportes. Porque eres antipático y desagradable o porque eres simpático y eso no me gusta. Porque te gusta el rap, o la música clásica, o el jazz. Porque eres una pija, o a lo mejor te veo como una perroflauta. Porque no tienes un Iphone o porque gastas el último modelo...

Pero no, la verdad se reduce a que soy cobarde, los complejos me pueden y tengo un problema, un grave problema. Y además la mayoría prefiere mirar para otro lado, me ríen las gracias, ¿y a ti?, a ti te dejan de lado.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

[Libros] Ana Tramel, Roberto Santiago


 Es mucho tiempo sin pasar por aquí, pero me he decidido a volver a escribir, aunque solo sea un poco. 

Ana Tramel es una novela de Roberto Santiago, sí, el autor de los Futbolísimos, la saga de libros infantiles. Reconozco que me sorprendió, no esperaba a este autor escribiendo en un registro así, pero he de decir que me ha sorprendido para bien. 

La forma en que llegó este libro a mis manos, fue como otros muchos, porque mi padre me lo recomendó y pues, ¿por qué no?, no había nada que perder y la novela prometía. Y no me ha defraudado. 

Es un libro largo, pero eso no tiene porque ser necesariamente malo, aunque personalmente me han sobrado unas cuantas páginas. Empecé a leerlo y la verdad que enseguida es un libro de los que te atrapan con un inicio explosivo que capta toda la atención del lector, según avanzaba poco a poco fui perdiendo el interés en la historia, porque llega un momento en que la trama frenética del principio pierde ritmo, pero mereció la pena hacer el pequeño esfuerzo, porque el final vuelve a enganchar. 

Algo que no deja de llamar mi atención es  como el autor es capaz de narrar toda la historia desde el punto de vista de Ana, la protagonista, aunque no podía faltar el cliché de la protagonista femenina llena de traumas y con unos hábitos más bien poco saludables. Ana Tramel no es la única protagonista femenina que se me ocurre así, me parece que esta es una figura que triunfa en la literatura española últimamente y ya me empieza a cansar un poco, aunque en este caso le da bastante más profundidad al personaje, Ana no sería la misma sin sus problemas que la convierten en alguien más real. 

He de decir que también he visto la serie de RTVE, y me ha encantado, pese a que no ha tenido demasiada audiencia. 

En definitiva una novela para dejarse sorprender y pasar un buen rato, más bien largo😜

Título: Ana Tramel

Autor: Roberto Santiago

ISBN: 9788408245254

Editorial: Planeta

Número de páginas: 864

Fecha de publicación: 21 de febrero de 2017

Sinopsis: Años atrás, Ana Tramel fue una brillante penalista a la que se disputaban los mejores despachos. Un oscuro suceso en su pasado cambió su vida y ahora pasa sus días entre recursos administrativos en un mediocre bufete, ahogándose en un vaso de whisky. Pero su vida da un vuelco cuando su hermano Alejandro, con el que no habla desde hace cinco años, la llama angustiado. Ha sido detenido por el asesinato del director del Casino Gran Castilla.

Ana pide ayuda a su jefa y vieja amiga, Concha. Necesita la estructura y recursos del despacho para llevar adelante una defensa en la que tiene prácticamente todo en contra. Acompañada de un peculiar equipo (un viejo investigador, una abogada novel y un becario ludópata) se enfrentará a las grandes empresas del juego.

Ana, un thriller absorbente protagonizado por una mujer inteligente pero acabada, brillante pero autodestructiva, única.

Un oscuro asesinato.

Una protagonista que dejará huella.

Una batalla que todos dan por perdida.

Un thriller que no podrás olvidar.